Con la llegada de la primavera, la oruga procesionaria vuelve a verse de nuevo en jardines, parques o en el monte, con sus interminables desfiles compuestos por estos insectos que lanzan pelos envenenados y que son un riesgo para la salud de las personas, y sobre todo, de nuestras mascotas. Las hay del pino, las más abundantes, pero también las hay en otras especies como el roble.
Su nombre científico es Thaumetopoea pityocampa, pero popularmente es conocida como oruga procesionaria del pino, ya que en marzo y abril se les puede ver formando largas filas tras abandonar las bolsas de los pinos en las que se han desarrollado, camino de enterrarse bajo tierra para emerger en verano como polillas. Y además de peligrosa para nosotros o para nuestras mascotas, también es peligrosa para los bosques, ya que destruyen los árboles en los que anidan.
Y aunque esta plaga ha existido desde siempre, lo cierto es que en los últimos años parece que está desbocada. Cada año hay más, y además, llegan antes a causa del cambio climático y de la subida de temperaturas.
En este sentido, desde el Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF) de Catalunya firman que “antes, la procesionaria tenía un límite altitudinal, por encima del cual hace demasiado frío como para que esta especie se encuentre a gusto”. Ahora, con el cambio climático, esa barrera está desapareciendo.
Y en las zonas en las que siempre ha habido, las poblaciones de estas orugas se han disparado. Basta ver las bolsas en las que se desarrollan y que están situadas en lo alto de los árboles de amplias zonas de nuestro país para comprobarlo.
Por qué es peligrosa la plaga de la oruga procesionaria
A primera vista, las hileras de estas orugas pueden parecer graciosas por lo llamativa que son, especialmente para los más pequeños. Pero encontrarse con ellas entrañan un riesgo para la salud. Especialmente, en niños, y en mascotas. De hecho, la propia Guardia Civil ha alertado en sus redes sobre la presencia de estos insectos en bosques, parques y jardines.
Buenos días,
— Guardia Civil (@guardiacivil) March 16, 2023
Se acerca la primavera y con ella, aparece la #procesionaria del pino.
Pueden ser peligrosas para tus peques o tu perro 🐶. pic.twitter.com/kWqfXgX4Kr
La alerta de la Guardia Civil no es baladí. Dermatitis, urticarias, lesiones oculares y reacciones alérgicas son algunas de las consecuencias que puede tener nuestro tropiezo con esta plaga. Popularmente, se piensa que solo son peligrosas si las tocas, aunque sea ligeramente.
Pero según la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental, cuando estas orugas se sienten amenazadas, lanzan sus pelos venenosos al aire (cada oruga puede tener hasta 500 dardos con veneno), lo que provoca irritaciones y alergias. Unos problemas que son especialmente importantes si alcanzan los ojos.
Cuidado con tu perro, la procesionaria puede causarle la muerte
Ya está apareciendo la #procesionaria del pino. En los seres humanos pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta. Y si tu perro lame una oruga o sufre una picadura tendrá graves heridas o incluso puede morir.
— Guardia Civil (@guardiacivil) March 14, 2023
Ten precaución. pic.twitter.com/RDG6Pwkf7P
Si para los seres humanos, y en particular para los niños, es peligroso el contacto con esta oruga, para los perros, el contacto puede ser mortal. En este sentido, desde las autoridades recomiendan tener prudencia en las áreas en las que hay presencia de procesionaria, llevando a las mascotas siempre atadas con correa para evitar encuentros accidentales.
Ten en cuenta que si un perro pisa o se acerca a oler la fila formada por estos insectos, los pelos venenosos de las orugas pueden pegarse o clavarse en las patas, el hocico o la lengua, prolongando así la reacción inflamatoria. En caso de que el perro se coma las orugas, el veneno de la oruga puede llegar a provocar necrosis en su lengua o en la garganta.
En caso que de tu perro haya tenido en contacto con la procesionaria, hay que actuar rápidamente, limpiando la zona afectada con agua templada, pero siempre sin frotar. Y acudir de inmediato al veterinario más cercano, ya que tu mascota podría morir en dos horas como máximo.
Qué hacer si tocamos la procesionaria
Como regla general, a los seres humanos no nos afecta con la gravedad que lo hace en nuestras mascotas. Pero aún así, sí que podemos tener problemas y complicaciones. Así que si tocas, o si tus peques han tocado estas orugas:
- Examina la zona de contacto, y elimina los pelos que veas con unas pizas, o con cinta aislante para que se peguen. Es muy importante que no toques con las manos esos pelos, ya que también se verían afectadas por sus efectos.
- Lava la zona con abundante agua.
- Por mucho que te pique o te moleste, no te rasques.
- Acude al médico si ves que sufres inflamación de cara o de lengua, si tienes fiebre, problemas respiratorios, o si tienes asma, cardiopatías o si estás embarazada.
Imágenes | Foto de portada Salvatore Ingala - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0,
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