Cuidar las plantas tal y como estas necesitan es fundamental si queremos verlas crecer con salud. Si eres descuidado, se te olvida regarlas, no estás atento a los momentos en los que hay que cambiarles la maceta o no las proteges contra las plantas, es probable que estas acaben muriendo si no son de una especie demasiado resistente.
La poda es otro de esos procesos que hay que tener en cuenta si queremos conseguir que la planta tenga buena salud, además de potenciar su floración y su crecimiento a la temporada siguiente. Pero para podar las plantas, hay que elegir el momento más adecuado si queremos tener una floración espectacular, o incluso reducir el impacto de enfermedades como el mildiú polvoriento.
Si las podas en una fecha incorrecta, puedes provocar que no florezca, además de causar otros problemas. Por eso, hoy hemos preparado una selección de plantas perennes y arbustos no hay que podar en otoño.
Rododendros y azaleas
Rodondendros y azaleas son dos especies que no necesitan ser podadas en otoño. Al ser de la misma familia, tienen necesidades muy similares. Como estas plantas florecen sobre madera vieja (es decir, el crecimiento del año pasado), evitarás que florezcan en la primavera siguiente. Por eso, debes podar estas plantas desde finales de primavera y hasta principios del verano. Como mucho, tres semanas después de que las plantas terminen de florecer.
Las forsitias son plantas que crecen muy rápido, por lo que si no las podas cada uno o dos años, se extenderán por todo tu jardín. Aún así, a esta planta le sucede como a rodondendros y azalea: sus flores crecen de madera vieja. Y si la podas en otoño, puedes quitar los botones florales de la planta. Para podarlas en la fecha correcta, deberás hacerlo en primavera, una vez que las flores se hayan marchitado ¿Y cómo hay que hacerlo? Cortando como máximo un tercio de las ramas de forsitia a la vez.
Las equináceas (Echinacea spp.) no necesitan podarse si no quieres, aunque es cierto que a veces hay que podarlas para evitar que crezcan demasiado. Para hacerlo, es mejor podar esta planta perenne en primavera. Si mantienes las grandes cabezas florales, ayudarás a que las aves se alimenten en invierno. Además, este tipo de plantas se siembran solas si dejas las cabezas con las semillas.
Las lilas necesitan poda si no quieres que conquisten tu jardín. Pero hay que tener cuidado con el momento de la poda, ya que esta especie florece en madera vieja y si la podas en otoño puedes eliminar los botones florales y evitar una floración espectacular. El momento de la poda es una vez que han terminado de florecer, desde finales de primavera hasta principios del verano.
Las plantas de cardo globo azules producen espectaculares y decorativas cabezas florales llenas de semillas. Cuando llega el invierno, las flores secas de cardo globo siguen decorando nuestros jardines, y además, estas semillas proporcionan alimento a varias especies de aves, en un momento en el que el alimento escasea a causa del frío.
Las plantas de salvia rusa, conocidas como Perovskia atriplicifolia por su nombre técnico, son apreciadas por su follaje aromático y por sus flores de color morado, que atraen a insectos polinizadores como las abejas. Si podas la planta en otoño, puede que sufra los rigores del invierno con fuerza. Para protegerla completamente de las bajas temperaturas, asegúrate de cubrir la planta con un mantillo. Y respecto a la poda, realízala a finales del invierno o a principios de la primavera.
Variedades de hortensias hay muchísimas, y a la hora de podarlas, hay que atender a las necesidades de cada variedad. Algunas hortensias resisten al frío y florecen en madera nueva, por lo que pueden podarse sin problemas durante el otoño. En cambio, hay otras variedades de hortensias, como las de hoja de roble, de montaña y trepadoras, que florecen en madera vieja, y que deben podarse cuando la planta termine de florecer.
La Alchemilla mollis e suna especie que no hay que podar si no lo deseas. Pero si lo haces con el fin de mantener controlado su crecimiento, hay que evitar la poda en otoño para evitar que la planta sea más vulnerable a los fríos del invierno y realizar esta tarea en primavera.
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