El rododendro es uno de los arbustos ornamentales más famosos para dar color a terrazas y jardines. Como dato, esta especie es la segunda planta más cultivada en todo el mundo por detrás de las rosas ¿Los motivos de esa popularidad? Esta planta es perenne, tiene una floración espectacular en primavera, y además, sus cuidados son bastante sencillos. Un cóctel perfecto que hace que este arbusto de crecimiento lento ocupe un lugar de honor a la hora de pensar en plantas para dar el toque natural a tus zonas de exterior.
Claves para cuidar el rododendro
Para empezar con los consejos para cuidar el rododendro (12,99 euros en Leroy Merlin) y que pueda crecer en todo su esplendor, debes saber que esta especie necesita mucha luminosidad, pero no tolera la exposición directa al sol. Por eso, deberás buscar una zona en semisombra, o que reciba sol, pero en las horas no centrales del día. Si los pones en el jardín, un buen sitio es bajo árboles que no proporcionen una sombra demasiado tupida.
Maceta de rododendro
Junto al tema de la luminosidad, también debes tener en cuenta que aunque se adapta al clima, a este arbusto con flor no le gusta ni el calor ni el frío extremo. En este sentido, aunque soporta bien el frío, lo cierto es que tendrás que tomar medidas si en invierno hay heladas fuertes (puedes resguardarlo si está en maceta, o prepararle un acolchado con mantillo u hojas secas si está en jardín).
Más allá de las condiciones climatológicas, a la hora de plantarlo hay que tener en cuenta varios aspectos. El primero de ellos, es que este arbusto con flor necesita suelos ácidos con pH bajo, por debajo de 5.5 para florecer con fuerza. prefiere los suelos ácidos con pH bajo. En este sentido, puede ser interesante que le apliques un abono para plantas ácidas (5,55 euros).
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También es importante que el sustrato tenga un buen drenaje. Debes tener en cuenta que al rododendro le encanta el agua, pero si la riegas en exceso y no tiene un drenaje bueno, sus raíces acabarán pudriéndose. Las bolas de arcilla (8,85 euros) siempre ayudan a que las plantas drenen mejor.
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Y ya que hablamos del drenaje, pasemos al riego. Al rododendro le encanta el agua, pero hay que evitar que se encharque. Es importante que no se deshidrate, sobre todo en verano. En los meses de más calor, hay que regar abundantemente, en horas en las que el calor no sea excesivo.
De hecho, puedes regarlas dos veces al día, al amanecer, y al anochecer. En invierno hay que regarlo con moderación, evitando el riego cuando hay temperaturas extremas y heladas.
Fotografías | Brian Taylor para Unsplash, Kelly Sikkema para Unsplash
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