Cómo plantar y cultivar judías en el huerto urbano y asegurar una buena cosecha

Ya hemos aprendido en Decoesfera a plantar en el huerto urbano infinidad de cosas, verduras como pimientos, plantas aromáticas como la albahaca o frutas como las fresas son solo algunos ejemplos, hoy nos centramos en otro cultivo sencillo y muy interesante como es el de las judías, de las que existe una amplia variedad.

En Decoesfera

Cómo plantar y cultivar calabacines en el huerto urbano, en el jardín o en la terraza (también en maceta)

Recomendaciones para plantar judías

Para empezar conviene saber que si vamos a plantar las judías desde sus semillas, conviene hidratarlas poniéndolas a remojo al menos durante unas horas antes de sembrar y la siembra debemos hacerla con poca profundidad, sin cubrir demasiado. Antes de las siembra es conveniente disponer de un suelo bien nutrido con fertilizantes orgánicos, será perfecto si hacemos nuestro propio compost.

Las judías necesitan suelo húmedo pero no encharcado y temperaturas más bien cálidas pero sin exceso de calor. En realidad son fáciles de cultivar, tienen las necesidades habituales para un cultivo de primavera y verano y si bien es importante el riego para mantener un buen nivel de humedad, tanto o más importante es contar con un buen sistema de drenaje.

Cuidados para una buena cosecha

Al igual que sucede con otros cultivos, como los tomates o el café, es conveniente utilizar tutores para enderezar las plantas de judías, pueden ser cañas de bambú, varas de plástico, redes o un simple hilo para sujetar las plantas a la barandilla si estamos plantando en terraza o balcón.

Hay que tener en cuenta que la planta de judía es muy productiva, así que como vainas y alubias se pueden congelar, con unas pocas plantas podemos conseguir la producción que una familia de dos o tres personas consume a lo largo de todo un año. Si bien sus cuidados son sencillos en cuanto a temperatura, sol, humedad o abono, hay que prestar atención para mantener todos los valores bien ya que de lo contrario las plantas podrían debilitarse e incluso ser propensas a plagas o enfermedades. Un exceso de humedad, por ejemplo, hará que las hojas se vuelvan amarillentas.

Consejos para la recolección

Como todos sabemos la judía es un cultivo muy versátil y podemos orientarlo en varias direcciones, si lo que nos interesa es la vaina fresca, la judía verde, entonces debemos recolectarla cuando esté muy tierna. Si tenemos muchas cosecha podemos escaldar y congelar para la temporada de otoño e invierno. Pero si lo que nos interesa son las habas, entonces debemos esperar a que las vainas se sequen por completo para recogerlas.

Al cabo de dos o tres meses desde la siembra tendremos nuestra primera cosecha, lo ideal es hacer una siembra escalonada, plantando durante primavera cada 15 días, por ejemplo, para optimizar los plazos de la cosecha. Tampoco conviene recoger todo de golpe, podemos recolectar cada dos o tres días. Si buscamos las semillas para comprar, veremos que hay una amplia variedad de tipos de judías, si vamos a plantar en maceta en la terraza o el balcón debemos decidirnos por las más pequeñas, las judías verdes son siempre buena opción.