Cómo y cuando plantar tomates: un clásico imprescindible de los huertos urbanos en balcones y terrazas

No hay nada más placentero que coger un tomate de la mata que tienes en el jardín o en el balcón, y comértelo en una ensalada, o con un poco de aceite, orégano y sal. Pero para llegar ese punto, antes hay que plantarlo y cuidarlo. Y el mes de marzo, cuando el invierno está dando sus últimos coletazos, es el momento adecuado de ir pensando en plantar los tomates que luego podrás recolectar. Piensa que el tomate es una planta a la que le gusta mucho el sol, además de necesitar agua en abundancia y un suelo rico en nutrientes.

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Cómo plantar tomates paso a paso

Para empezar, deberás preparar el semillero. Tal y como hicimos al plantar lechugas, tendrás que hacerte con un semillero comprado, o utilizar un semillero de cartón. Si el semillero lo has hecho tú, realiza varios agujeros en el fondo para asegurarte de que hay un buen drenaje para evitar encharcamientos. También puedes poner unas bolas de arcilla expandida para separar el agua sobrante del riego.

Una vez hecho esto, rellena el semillero con un buen sustrato que ayude a la semilla a germinar. Puede poner una mezcla de turba, fibra de coco y humus de lombriz, añadiendo también vermiculita y perlita. Planta las semillas, y riega, asegurándote de que el sustrato siempre está húmedo hasta que las semillas comiencen a germinar al cabo de un par de semanas. Además, si quieres que la tomatera salga adelante, deberás poner el semillero en un lugar cálido y bien iluminado.

Cuando trasplantar tu tomatera

Dan Gold - Unsplash

Al cabo de entre 4 y 6 semanas, puedes trasplantar los plantones de tus tomates desde el semillero a la maceta que pondrás en el balcón o en la terraza. En este sentido deberás elegir una maceta que tenga por lo menos 40 cm de profundidad y un diámetro de 20 cm. aproximadamente si vas a plantar tomates de toda la vida. Si vas a plantar tomates cherry, puedes elegir una maceta más pequeña.

Escarba un pequeño agujero en el sustrato, y añade una capa de abono orgánico: el humus de lombriz es ideal para este fin. A continuación, introduce el plantón en el agujero; deberás dejar parte del tallo por debajo del nivel del suelo: así la planta desarrollará unas raíces auxiliares.

Para que cada plantón tenga su espacio, deja entre 40 y 50 cm. entre cada tomatera. Y riega de forma abundante el sustrato, evitando echar el agua de forma directa en la planta. Evita también encharcar la tierra para evitar que se pudran las raíces.

Si quieres que tus tomates salgan bien hermosos, también deberás aportarle un abono especial con nutrientes como potasio, nitrógeno o fósforo. Además, deberás poner unas cañas, o unos tutores de madera o de plástico para que las tomateras puedan crecer y agarrarse. Cuando los tomates salgan y crezcan, la planta necesitará de puntos de apoyo para sostener el fruto.

También es importante que vayas podando algunas de las ramas que vayan creciendo. El tomate desarrolla multitud de ramificaciones, y si crecen todos, les quitarían fuerza al crecimiento de los tomates.

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