Dentro de los cuidados que hay que proporcionar a tus planta preferidas para que crezcan de forma saludable, además del riego y la luz, o de la poda, hay otro cuidado imprescindible: el abono.
Los potos, también conocidos como potus o pothos, no se escapan de estos cuidados. Además de regar y podar el poto, el abono es un cuidado del que no hay que olvidarse. En este sentido, se puede utilizar un abono de los que venden en cualquier tienda especializada, o preparar un abono casero, natural y sostenible.
Cómo hacer un abono casero para tu poto
El abono casero es una excelente opción para nutrir y ayudar a que el poto crezca más fuerte y saludable. Y si quieres elaborar en casa un fertilizante natural y económico, puedes prepararlo de forma rápida y sencilla utilizando desechos que siempre acaban en la basura.
Para elaborar este abono tan solo hay que utilizar cáscaras de huevo, restos de frutas y vegetales, café molido ya utilizado, y agua. Para empezar, deberás recoger y triturar la peladura de frutas como manzanas, peras o plátanos. También puedes guardar el pelado de la zanahoria que has usado para cocinar, o restos de ensalada.
También deberás guardar cáscaras de huevo que has usado al cocinar, y triturarlos en una licuadora o en un procesador de alimentos. A continuación deberás mezclar en un recipiente grande los restos de frutas y verduras con las cáscaras de huevo.
Después, añade a la mezcla el café molido ya utilizado. El café aportará nitrógeno y nutrientes que ayudarán a tu planta a desarrollarse. A continuación deberás añadir agua para humedecer la mezcla, aunque evitando que esta quede demasiado aguada.
Remueve bien todo hasta que quede una mezcla homogénea, y pásala a un recipiente hermético o a un compostador casero. Una vez hecho esto, deberás dejar que la mezcla repose unos veinte días aproximadamente, revolviendo la mezcla cada pocos días.
Cuando veas que el abono está oscuro y tiene 0lor a tierra, ya puedes utilizarlo. Riega primero el poto con agua, y a continuación, esparce el abono casero alrededor de la base del poto. Es importante que la mezcla entre en contacto con las hojas o los tallos.
Deberás abonar el poto cada cuatro o seis meses para conseguir que tu planta esté más hermosa, saludable y frondosa que nunca.
Fotografías | Taylor Heery en Unsplash, Rawpixel.com en Freepik
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