Claves de la decoración Steampunk

Claves de la decoración Steampunk
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El Steampunk no es un estilo decorativo propiamente dicho, es algo mucho más amplio: una manifestación artística que se extiende tambien a la estética personal. El término nació en los años 80 para definir una serie de obras literarias que transcurrían en la era Victoriana.

Es esta época la que de alguna manera remeda este estilo, dentro de un mundo alternativo en el que aparecen ingenios propios de la época del carbón y del vapor, muchos de ellos inverosímiles.

Internet alberga un auténtico movimiento al respecto del Steampunk y en los ultimos tiempos se han empezado a ver algunos blogs dedicados a la decoración aplicada a este estilo fantástico y a veces imposible.

Objetos Steampunk

Bajo la premisa de “convertir lo viejo en nuevo, y lo nuevo en viejo”, como apuntan en Estética Steampunk, se produce un rechazo a la estética actual y a la tecnología avanzada, surgiendo inventos de sabor antiguo, fruto de complejos trabajos artesanales que convirtieron el Stemapunk en un subgénero de fantasía y ficción con un cierto toque mágico.

Así podemos encontrar objetos de la tecnología actual reinventados, como ordenadores que bajo una apariencia antigua esconden aparatos potentes con un corazón a la última, pero cuya piel pertenece a otro tiempo. Máquinas de escribir, ventiladores y otros inventos a los que no sabríamos dar nombre, aúnan tecnología y sabor antiguo.


Chimenea y zona de trabajo

Sobre los escritorios encontramos lupas, monóculos, curiosas gafas metálicas y lámparas articuladas realizadas en metal viejo.
El acabado en capitoné propio de los sofás Chester es una constante en las tapicerías. Latón, cobre y bronce son los metales con los que se construyen y revisten muebles y objetos.

Las librerías esconden puertas secretas tras las cuales sabe Dios que nos espera…

Baños Steampunk

La fantasía es una constante y el ingenio de cada apasionado por el Steampunk lleva a conseguir decorados muy personales fruto de una imaginación desbordada.

Lo que hoy en día nos esforzamos en ocultar, se muestra en todo su espendor, como las tuberías de este baño que discurren desnudas sobre un panel de metal. Parece que se hubieran alargado solo por el placer de añadir relojes que miden la presión o la temperatura. Un ojo de buey incrustado en el centro de la ducha nos transporta a un viaje en el Nautilus junto al Capitán Nemo.

En definitiva, una estética singular que llama la atención por su originalidad y sus muy particulares resultados.

Imágenes vía | The Steampunk Home, Wired, Zedomax, Gekologie

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