Lo que empezó como un experimento impulsivo terminó convirtiéndose en una escena sacada directamente de una postal de las islas griegas. La propietaria de este pequeño patio urbano confiesa que se arrepintió de haber pintado el suelo de blanco, pero lo que parecía un error decorativo ha resultado ser el primer paso hacia una transformación espectacular.
El sol, la lluvia y el mal tiempo había dejado toda la superficie hecha un desastre, por lo que, de cara al verano, la transformación de este espacio era necesaria, urgente e inmediata. Hoy, este rincón mediterráneo en pleno centro de la ciudad, parece un decorado perdido de la película Mamma Mia!, pero con el encanto auténtico de lo hecho en casa.
Un patio interior con mucho carácter mediterráneo de las islas griegas
El blanco, aunque ideal en las fotos, reflejaba demasiado la luz del sol, hacía que el patio se calentara y cualquier hoja o huella se notaba al instante, además de los desconchones de pintura por las lluvias. Sin embargo, en lugar de borrarlo, decidió abrazar el error y convertirlo en inspiración: si ya parecía Grecia... ¿por qué no llevar la idea hasta el final?
La clave fue trabajar con unas losetas vinílicas de madera para el suelo, el contraste y las texturas. El azul profundo de las macetas, una puerta de madera vintage, el hierro forjado de las lámparas, los textiles a rayas de gasa ligera ondeando con la brisa... Cada elemento suma a una estética que recuerda a Santorini o Mykonos, pero sin caer en la réplica literal de las típicas escenas de Mamma Mia!
La propietaria ha sabido capturar esa mezcla de espontaneidad, alegría y desenfado que define el espíritu mediterráneo. Además de los muebles y las sillas de color rojo a conjunto con el estampado de sus cojines, ha añadido luces de verbena colgadas sobre cuerdas, una preciosa vajilla de sobremesa y hasta una pared decorada con platos mediterráneos pintados por ella misma.
Por las noches, el espacio se convierte en un refugio mágico para cenas bajo las estrellas, y por las mañanas, en un rincón de calma para el café y el yoga.
Fotografías | Vía @mimodemami
En Decoesfera | Los dueños de este patio viejo y oscuro lo han convertido en un auténtico oasis urbano con pintura, plantas y mucho cariño
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