Si en la ciudad donde vivimos hay un terremoto, cuando suceda puede pasar que estemos en cualquier lugar, el terremoto no avisa y cuando comienza hay que refugiarse de inmediato. Por ejemplo puede ser que los niños estén en el colegio, en ese caso es habitual que se coloquen debajo de la mesa, incluso por instrucción del profesor, aunque en realidad no todas las mesas están preparadas para proteger a alguien de un terremoto.
La que vemos en la imagen sí que lo está, puede soportar la caída sobre ella de una masa de mil kilos sin romperse, como mucho experimentará una pequeña deformación. Así pues colocarse debajo de ella puede ser una solución perfecta para que los niños no sufran ningún daño aún cuando en el edificio del colegio haya destrozos, el diseño es de Arthur Brutter e Ido Bruno.
La mesa parece excelente, sobre todo para colegios de ciudades en los que es habitual que haya terremotos de una intensidad elevada, en otros lugares será una medida innecesaria, ya que obviamente estos pupitres serán más caros que otros más sencillos y habrá que valorar en cada caso si es conveniente llevarlos a las aulas o no.
Vía | Design Buzz En Decoesfera | Puertas especiales para terremotos
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Morthylla
No es una mala idea, aunque imagino que será mucho más rentable que los edificios sigan los códigos anti-terremotos con fidelidad, porque en las salas de clase no suele haber toda clase de elementos colgando de paredes o en armarios alrededor, de modo que el riesgo principal proviene de los edificios y no de la caída de cosas, como n las casas.