Pía Nieto, experta en limpieza: "Si quieres lavar los edredones en casa, lo mejor es echar un chorrito de vinagre blanco"

Mantener la ropa de cama en perfecto estado no solo es una cuestión de higiene, sino también de bienestar en el dormitorio. Un edredón limpio, esponjoso y sin olores transforma por completo el cuarto, aportando sensación de orden, confort y cuidado del hogar. 

Aunque muchas personas optan por la tintorería, lo cierto es que lavar los edredones en casa es posible si se siguen los pasos adecuados. Así lo asegura Pía Nieto (@piaorganiza), experta en limpieza doméstica, que comparte un método sencillo, eficaz y respetuoso con el medio ambiente.

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Un paso a paso fácil y eficaz

Vía @piaorganiza

Antes de comenzar, Pía Nieto insiste en un gesto básico pero fundamental: leer siempre la etiqueta del edredón. No es lo mismo un edredón sintético que uno de plumas, y las indicaciones del fabricante marcan la temperatura y el tipo de lavado más adecuado.

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A continuación, recomienda limpiar a fondo la lavadora, especialmente el cajetín del detergente y la goma, para evitar restos de suciedad o malos olores que puedan transferirse al tejido. Si el edredón presenta manchas visibles en la zona superior, conviene aplicar un quitamanchas antes de introducirlo en el tambor.

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Una vez preparado todo, llega el momento del lavado. El detergente habitual se coloca en el cajón correspondiente, como de costumbre. En cuanto al suavizante, Pía Nieto propone una alternativa mucho más eficaz y sostenible: un chorrito de vinagre blanco o de limpieza.

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“El vinagre suaviza los tejidos, elimina restos de detergente y ayuda a neutralizar olores, además de ser menos contaminante”, explica. Una solución sencilla que cuida tanto del edredón como del entorno.

El lavado final

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El lavado debe realizarse con un programa para prendas sintéticas o delicadas, a 30 grados, una temperatura suficiente para limpiar sin dañar el relleno ni la estructura del edredón. Es importante no sobrecargar la lavadora y asegurarse de que el edredón tenga espacio para moverse correctamente durante el ciclo.

Tras el lavado, el edredón puede secarse al aire libre, preferiblemente en un lugar bien ventilado y con suficiente espacio para que se airee por completo. Si se opta por la secadora, debe utilizarse un programa suave y, si es posible, añadir pelotas de secado para que el relleno no se apelmace y recupere su volumen original.

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