El recibidor de esta casa antes de la intervención del estudio de decoración de EIRE Interiors responsable de su transformación, es un buen ejemplo de cómo podemos sacar partido a un espacio reducido y lleno de cajas de registro, que son, a priori, elementos muy difíciles de integrar en una decoración.
En las viviendas de obra nueva, las cajas de registro tienden a ampliarse e incluso a triplicarse, como en este caso.
Integrarlas en la decoración es todo un reto porque, aunque la tentación sea ocultarlas, deben ser accesibles. En este recibidor, el diseño de EIRE Interiors ha superado con nota el reto y ha conseguido un diseño elegante muy conectado con el resto de la vivienda a la par que mantiene ocultas, pero accesibles, los registros.
El recibidor Antes
La vivienda de obra nueva se entregó vacía y con las paredes en un blanco inmaculado (¿y aburrido?). El espacio destinado al hall era pequeño y difícil de sacarle partido.
El recibidor Ahora
Los revestimientos han sido la clave para transformar el espacio. Estos revestimientos se repiten en el salón de manera que se ha generado una continuidad visual entre el recibidor y el salón.
Para darle funcionalidad, se colocó una consola de madera volada a uno de los lados y se decoró con una pequeña moldura listonada en color azul, el color que es hilo conducror del proyecto.
De igual forma, el mural de Kara Ventura escogido para las paredes del salón, enmarcado con molduras doradas, viste ambas paredes del recibidor. Con ello, se ha logrado generar continuidad visual y una gran armonía en las estancias. Las molduras, son de Orac Decor, y los panelados tanto inferiores como superiores pueden abrirse para acceder a las cajas, molestas pero necesarias, cajas de registro.
Proyecto e imágenes de Eire Interiors
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