Nacho Viñau Ena
CoordinatorSalvo que seas un afortunado con una cocina como de revista o de programa de reforma de serie americana (en cuanto a tamaño) , echar en falta algunos metros más en la cocina es lo normal. La tendencia no es precisamente a hacerlas mas grandes, más bien al contrario, incluso en obra nueva las cocinas se entregan abiertas al salón con la dificultad añadida de que se pierden "frentes" para colocar muebles y diseñar la cocina, además de la falta de intimidad a la hora de hacer otras funciones como la colada.
En este contexto, la ausencia de paredes y la reducción de metros útiles obligan a aprovechar al máximo cada pieza de mobiliario. La clave está en concentrar la mayor funcionalidad posible en el menor espacio, sin renunciar a una cocina cómoda, bien organizada y realmente ergonómica. A partir de ahí, hay una serie de decisiones prácticas que ayudan a ganar espacio —si no en metros, sí en centímetros— y a que la cocina funcione mejor en el uso diario.
Hacer que los muebles bajos tengan mas capacidad haciéndolos altos y con mas fondo de lo habitual
En los últimos años, muchas firmas de cocina han ido incrementando la altura de los muebles bajos como respuesta a dos necesidades muy claras: mejorar la ergonomía y ganar capacidad de almacenaje. Estos centímetros extra permiten trabajar con mayor comodidad, especialmente en cocinas de uso intensivo, y al mismo tiempo aprovechar mejor el volumen interior de los módulos sin que el espacio se perciba más pesado o saturado.
A esta evolución se suma una tendencia cada vez más extendida a aumentar el fondo de los muebles, que en algunos modelos alcanza ya los 70 centímetros. Este mayor fondo no solo amplía la superficie de trabajo, sino que facilita la integración de electrodomésticos de mayor tamaño y soluciones de almacenaje más eficientes. En cocinas donde cada centímetro cuenta, estos pequeños ajustes en las medidas tradicionales marcan una diferencia real en el uso diario.
Las esquinas se aprovechan al máximo con nuevas soluciones, baldas etc...
Las esquinas nos ofrecen una inusual capacidad de almacenaje que hay que aprovechar con accesorios ad hoc. También hay que prestar atención a los encuentros en esquina entre muebles altos y bajos.
Imagen de Alessandro Pasini proyecto de Vía P2A Design.
Si la cocina es alargada y estrecha intenta que haya muebles en paralelo
Se recomienda mantener una distancia libre de paso entre frentes de al menos 90 cm, siendo ideal llegar a unos 120 cm para garantizar una circulación cómoda. En cocinas alargadas, esta medida puede impedir colocar muebles en paralelo con un fondo tradicional en ambos lados, pero no necesariamente obliga a renunciar al almacenaje.
Una solución habitual es combinar un frente principal con muebles de fondo estándar y reservar el frente opuesto para módulos de menor profundidad, en torno a 30 cm. De este modo, se gana espacio de almacenaje adicional sin comprometer el paso, mientras el frente principal puede concentrar los electrodomésticos y las zonas de trabajo.
Imagen de proyecto Jack Trench Jt
Muebles a medida hasta el techo
Cuando el espacio es limitado, aprovechar la altura disponible resulta clave. Llegar hasta el techo con los muebles permite ganar capacidad de almacenaje sin restar superficie útil y ayuda a mantener el conjunto más ordenado y visualmente limpio.
Si para conseguirlo es necesario recurrir a muebles a medida, suele ser una inversión bien justificada: permiten adaptar cada centímetro a las necesidades reales de la cocina y sacar el máximo partido a un espacio que, de otro modo, quedaría desaprovechado.
Imagen y proyecto Katarina Mijic
Los muebles altos también pueden tener un fondo de 60 cms
En la zona que no interfiere con la altura de la cabeza, a partir de unos 180 cm, los muebles altos pueden aumentar su fondo sin comprometer la comodidad. Este fondo “extra”, similar al de los módulos altos tradicionales de cocina, permite ganar capacidad de almacenaje en una franja que suele estar infrautilizada.
Además, este recurso ayuda a enmarcar el frente de cocina, aportando una sensación de orden y continuidad, al tiempo que aprovecha mejor el volumen disponible sin sobrecargar el espacio.
Fotografía de José Hevia y proyecto de Miriam Barrios
Una pared o una parte con muebles de cocina de suelo a techo
Aunque suponga renunciar a una pequeña parte de encimera, los muebles de pared pueden integrar soluciones muy completas en apenas 30 cm de fondo. Desde una despensa de gran capacidad hasta un módulo que oculte por completo la zona de lavandería, estas piezas permiten concentrar funciones sin dispersarlas por la cocina.
De este modo, se libera espacio visual y se mejora la organización general, algo especialmente valioso en cocinas donde cada centímetro cuenta y el orden es clave para que el espacio funcione bien en el día a día.
Cocina de proyecto Portobello Street
Fregadero uno y grande
Cuando el espacio en la cocina es limitado, conviene prescindir de ciertos extras que acaban funcionando más como un lujo que como una necesidad, como el doble seno en el fregadero. En cocinas pequeñas, esta solución suele restar superficie de trabajo y no siempre resulta práctica en el uso diario.
Optar por un único seno de buen tamaño, de unos 50 o 55 cm, permite aprovechar mejor la encimera y facilita tareas como lavar ollas o bandejas grandes. Es una decisión sencilla que mejora la funcionalidad sin ocupar más espacio.
Cocina de Kvik mdelo Cima
Los electrométricos de doble uso serán de gran ayuda
La lavadora/secadora y el horno/microondas son una gran solución. Aunque hay que intentar que haya coherencia con el uso que se va a hacer de ellos. Por ejemplo, si eres muy aficionado a la cocina quizá te compense tener un gran horno, pero porque le vais a dar un buen uso. Si sois pocos en casa el lavavajillas de 45 centímetros también es una buena solución.
Si en la cocina vas a incluir una isla intenta que tenga una altura extra
La isla de cocina puede mantenerse a la misma altura que la encimera o elevarse hasta unos 110 cm, una opción que permite ganar capacidad de almacenaje en su interior. Esta diferencia de altura también ayuda a ocultar parcialmente la zona de trabajo y a hacer la isla más versátil.
Además, cuando la isla actúa como elemento de separación entre la cocina y el salón, contribuye a una mejor zonificación del espacio. Delimita visualmente cada área sin necesidad de tabiques y favorece una transición más ordenada entre ambos ambientes.
Proyecto De Mikel Irastorza Fotografía de Belén Imaz Y Estilismo Pete Bermejo
El orden es importante
Para que la limitación de espacio no se haga evidente, conviene evitar acumular objetos que no se utilizan habitualmente. Mantener solo lo necesario y organizarlo correctamente facilita el uso diario de la cocina y contribuye a que el espacio se perciba más amplio y funcional.
Imagen de portada Slow & Chic
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