Más a menudo de lo que desearía, me encuentro con que el extenso catálogo de Ikea se me queda corto, por lo que debo recurrir al ingenio y la inventiva para conseguir el mueble que quiero, sin que eso suponga un gasto desmedido.
Así que, ahora que se acerca el fin de semana y todos tenemos un poco más de tiempo libre, os voy a dar un pequeño “briconsejo”; cómo crear una mesita de noche minimalista a partir de la famosa y barata mesa auxiliar Lack.
El resultado final encaja perfectamente con la cama de la serie Malm, también de Ikea, ofreciendo una alternativa elegante y barata para los amantes del minimalismo.
Para esta sencilla modificación vamos a necesitar, además del tablero de la mesa y dos de sus patas; cuatro tornillos de unos siete u ocho centímetros, cuatro pegatinas antideslizantes, un taladro con una broca fina para madera, un destornillador de estrella y un poco de maña.
Nuestro objetivo es conseguir que la mesita se perciba como un plano que levita sobre el suelo, para ello colocaremos las patas bajo el tablero de forma que queden retranqueadas siete centímetros y medio. Así evitaremos que se vean una vez esté colocada en su sitio.
Cuando tengamos definida su posición, haremos una marca en cada pata en los puntos en los que vamos a fijarlas, con un tornillo en cada extremo será más que suficiente.
Hecho esto, procedemos a realizar los agujeros en las patas con el taladro, utilizando una broca de un diámetro inferior al del tornillo.
Prestad bastante atención cuando lo hagáis, pues son huecas y el taladro perfora la chapa inicial con facilidad, cuidado no se os escape.
Por útimo, situamos las patas en la posición señalada, atornillarmos con firmeza procurando que no sobresalgan las cabezas de los tornillos y pegamos los protectores para evitar que nuestra nueva mesita se deslice accidentalmente.
Ya sólo queda colocarla en su sitio y disfrutar del trabajo bien hecho.
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