Situada en Long Island, New York, esta original casa destaca por sus originales líneas redondas, por el uso del color y por estar construida atendiendo a criterios de sostenibilidad. De hecho esta casa cuenta con certificación Leed (Leadership in Energy & Environmental Design), que acredita que se trata de una casa construida con criterios de sostenibilidad.
Diseñada por Nina Edwards Anker y su estudio dearquitectura Nea Studio, la casa llamada Cocoon (capullo) tiene 160 metros cuadrados y una altura máxima de 4,8 metros. Las casa diseñada con las formas redondeadas inspiradas en un capullo tiene forma de L, en parte debido a las restricciones urbanísticas a las que se vio sometida en su construcción.
El cuerpo de la casa se divide en dos "capullos". Todo el lado norte y oeste se cierra para mantener la privacidad de la casa mientras que el lado Sur y Este se abre con ventanas al exterior, hacia la parte que mira al mar y al paisaje exterior, libre de vecinos.
A pesar de la originalidad de la casa, la cubierta de tejas de cedro y los materiales de la parte trasera respetan los materiales típicos de la zona. Este respeto a la arquitectura local se combina con la última tecnología ambiental como los paneles fotovoltaicos.
La orientación Sur/ Este de la fachada abierta mediante cristales y puertas correderas, también ayuda a calentar la casa de manera pasiva en invierno, mientras que en verano se puede controlar el exceso de luz (al 50%) mediante unas cortinas especiales. Por otro lado, los gruesos muros del norte y oeste, que incluyen una estructura completa de madera, evitan la humedad y que se pierda el calor.
Las grandes puertas correderas de la parte sur ayudan a que toda la casa participe del paisaje. Abriéndolas se puede disfrutar de los olores, la sensación y los sonidos del jardín y el océano en la distancia.
El uso de los vidrios transparentes y de colores, juega con la luz del sol y convierte la luz solar en una experiencia diferente.
Pero si en algo destaca esta casa es en la manera en que esta interactúa con la luz. Porque la luz solar se refleja en los vidrios traslucidos y de colores así como en la piscina/ estanque situado en paralelo al pasillo exterior, de tal manera que los colores y los reflejos de luz son parte fundamental del diseño de la casa.
En una mitad de la casa se ha usado vidrios transparentes, donde la luz del sol se filtra a través de los tragaluces, se refleja en la piscina de agua y entra a través de las fachadas de vidrio. En cambio, los tragaluces del pasillo que dan a los dormitorios son de colores y su uso se basa en la teoría del color de Goethe. Los colores van desde el rojo bermellón, que marca la puesta de sol y el descanso y cuya luz se refleja sobre el dormitorio principal, hasta el amarillo intenso, que indica el cenit y la actividad, más cerca de la sala de estar.
Estos colores se reflejan intensamente en la piscina y en la pared blanca del pasillo, usados ambos como pantallas que reflejan la luz. De esta manera, la luz diurna que va cambiando durante el día se conecta a los biorritmos al adaptarse a los ciclos estacionales y diurnos, marcando las horas a través de parches de luz que se mueven lentamente.
Todo el interior de la casa está marcado por este uso y juego de luces. Sus interiores intencionadamente blancos dan protagonismo a la luz, y su mobiliario es funcional y contemporáneo.
En el "cocoon" más grande, en volumen y altura, se ha situado la zona de día con una cocina abierta al salón que cuenta con una agradable chimenea. Las grandes cortinas, para tamizar la luz refuerzan la sensación de este espacio sorprendentemente cálido.
Las habitaciones están condicionadas en algunos casos, por su apertura al pasillo de tragaluces de colores, y a las formas redondeadas de algunas paredes.
El resultado es una increíble casa que se va transformando a lo largo del día.
Proyecto de Nina Edwards Anker, Nea studio. Imágenes de Caylon Hackwith
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