Una de las tendencias en auge en el diseño de interiores actual es el camuflar los muebles en la decoración global de la vivienda. Las viviendas son cada vez menos espaciosas y tendemos a acumular más objetos y enseres sobre todo, tecnología- en el hogar, así que este tipo de mobiliario se vuelve totalmente imprescindible, no solo por lo práctico, sino también por lo estético.
Y es que, muchas veces, no solo queremos aprovechar el espacio y ocultar el mueble, sino también todo lo que hay dentro de él. Para ver las posibilidades que ofrece este tipo de muebles, hoy nos hemos ido hasta Zaragoza para conocer un proyecto de interiorismo firmado por Javier Negre, del estudio de Ángel Blanco en el que el mueble oculto ha sido el gran protagonista.
Para aprovechar el espacio, tal y como sucede en este caso, muchas son las personas que optan por unir varios espacios de la vivienda en una misma habitación. Bien sea por comodidad, bien para crear espacios multifuncionales para intentar solucionar la falta de metros cuadrados de muchas casas. En estas ocasiones, los muebles ocultos juegan un papel fundamental en el diseño y decoración del hogar.
Por ejemplo, puede ocurrir que necesitemos que en un mismo espacio convivan desde libros, vajilla, papeles del día a día, hasta un apartado para herramientas, pasando por cristalería, mantelería y cubertería. Sin duda, para solucionarlo, un mueble oculto o camuflado se convertirá en nuestro mejor aliado.
De esta manera, todo aquello que queremos guardar está ordenado dentro del mueble y, a su vez, éste queda integrado en una pared de la vivienda. Para conseguir mayor funcionalidad aún, lo conveniente es colocar este tipo de muebles de techo a suelo o de pared a pared, como es el caso de este multi-armario y espacio decorativo al mismo tiempo, que cubre toda la pared y se funde en ella.
Si lo que queremos es mayor uniformidad, una buena idea es forrarlo con un papel pintado o aplicarle el mismo color de pintura que el resto de paredes del salón para darle mayor uniformidad al espacio. Si deseamos integrarlo aún más, es una óptima opción eliminar las manetas de las puertas de paso y sustituirlas por una pequeña holgura en el perímetro de la misma, dejándolas así en el mismo plano que el mueble. Otra solución, como esta que ha propuesta desde el estudio de Ángel Blanco en esta vivienda del barrio de La Azucarera de Zaragoza, es convertir el mueble en un lienzo para plasmar sobre él alguna obra pictórica vinilada.
O, por otro lado, en este caso, descubrimos un espacio decorativo a la vez que utilitario, gracias a la versatilidad plasmada en trazos de papel de una obra abstracta con la confluencia de un mueble adaptado para uso de un recibidor. Así, este mueble se integra en la pared aportando un efecto muy atractivo y visual. sin renunciar a las funciones de almacenar y ordenar que aparecen tras pulsar sus puertas 'mágicas', que ocultan un zapatero y un ropero.
En cambio, si giras por el pasillo, justo en lo que parece una pared blanca detrás del cuadro, al pulsar se abre una puerta donde está alojado el ropero que guarda el vestuario para salir a la calle. Dos muebles escondidos en un mismo bloque pero abiertos en diferente plano para conseguir optimizar el espacio. El resultado: un espacio visual limpio.
Sin duda, el mueble camuflado ha llegado para quedarse. Y es que no solo conseguimos orden y funcionalidad extrema, sino que el efecto es una sala o habitación que respiran, jugando tan solo con elementos como el sofá, la mesa, el comedor, las sillas o los cuadros. Se puede jugar incluso más allá, incluyendo el rodapié en este elemento oculto para que el efecto óptico producido sea una pared lisa. Sin embargo, como es el caso de esta bodega, la pared esconde una puerta casi invisible que da acceso a otra habitación. ¿Te animas tú también a apostar por los muebles ocultos en tu hogar?
Más información | Ángel Blanco
Fotografías | Inés Garp
En Decoesfera | Mesa y asientos ocultos en los cajones de un mueble de almacenaje