Que la crisis económica ha afectado mucho al sector del mueble es algo que todos conocemos. No está la cosa para tirar cohetes precisamente y los grandes eventos del sector se resienten de ello. No obstante, a pesar de que Feria Hábitat Valencia 2011 resulta muy discreta comparada con las de la época de bonanza, la cosa podía haber sido peor.
Sí, porque este año la feria ha sido realmente austera, tanto por parte de los expositores como por las instalaciones paralelas que se solían montar, pero al menos en esta ocasión no he tenido la sensación de que me vendían humo —como visitante— y, precavido por ediciones anteriores, me he encontrado lo que me esperaba.

Por resumirlo de alguna manera, Feria Hábitat Valencia ha vuelto a ser la feria del mueble. Sin pretensiones; fabricantes de muebles en busca de distribuidores. Tan solo un vestigio de lo que en su día fue la exposición espacios de vida, donde las principales marcas aportan sus productos y crean varios ambientes de diferentes estilos.
En Easy Living destacan las lineas sencillas, los materiales cálidos y los colores alegres, en un intento de crear un espacio desenfadado y sin preocupaciones; mi favorito sin duda. Tampoco me disgusta el estilo Cool Hunter, que se supone que va a la última, rozando lo transgresor, aunque en esta ocasión se queda un poco a mitad camino. Materiales modernos, tonos oscuros y notas de color aderezadas con algún diseño de “vanguardia”.

Si cruzamos la calle encontramos dos estilos completamente diferentes. Por un lado, Sophisticated nos ofrece una decoración un tanto pretenciosa, con lineas más sinuosas, tonos medios y muebles clásicos. Equilibrado, sobrio y elegante, aunque no es precisamente lo que pondría en mi salón.
Tampoco acabada de convencerme el espacio Home Loving, que debería resultar acogedor pero es simplemente un estilo contemporáneo, sin grandes alardes ni estridencias, ni nada que se quede en nuestra retina y lo convierta en algo singular. Lo más parecido a una casa con estilo, pero sin carisma.

El resto de la feria, aunque discreta, me resultó más agradable que otros años. No sé si es que al haber menos expositores el espacio estaba mejor distribuido o si es que los stands, al ser menos pretenciosos, habían ganado en claridad y elegancia, pero el caso es que era más relajado pasear echando un vistazo. Imagino que esto es solo algo positivo para el visitante sin más interés que el de conocer novedades (aunque este año no ha habido muchas) e inspirarse viendo los diferentes estilos y diseños de cada marca.
Pero si lo que se quiere es innovación y algo diferente, lo mejor es acercarse al pabellón de Nude, donde jóvenes diseñadores ofrecen sus diseños en busca de productores y distribuidores. Sus creaciones, que os iré desgranando los próximos días, suelen ser alegres, ingeniosas y desenfadadas, un soplo de aire fresco en un mercado que está un poco saturado de ofrecer siempre lo mismo, anclado en un pasado que aún nos parece moderno.
Así pues, y a pesar de que Feria Hábitat Valencia no vive sus mejores días, podía haber sido peor, al menos la edición de este año me ha dejado ganas de volver el que viene, aunque solo sea para pasear entre diseños.
En Decoesfera | Feria Hábitat Valencia 2010: una nueva decepción
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3 comentarios
Pablo
Hace un par de días en el diario El País A. Zabalescoa escribió "La feria ha muerto. Viva la Feria". En mi opinión hay un gran problema: La Feria se encuentra el problema que hoy en día cualquier fabricante de muebles que se precie presenta sus novedades en la Feria del Mueble de Milán, con lo cual la motivación para ir a Valencia es cada día menor. Ir a Valencia para volver a ver lo presentado en Milán carece de sentido, es un gasto que hoy en día nadie, ni fabricantes ni distribuidores quieren asumir. Vamos que ir a la Feria de Valencia se ha convertido en la excusa para ir a Valencia a comerse una paella. Antes, viajar a Milán suponía un gasto entre aviones y hoteles que mucha gente no podía asumir. Hoy en día viajar es barato. Si además los fabricantes nacionales deciden presentar sus novedades en Milán, ¿qué hacemos con Valencia? ¿Por qué no incentivamos a los fabricantes nacionales a presentar parte de sus novedades en Valencia? ¿Por qué no hacer la feria bianual? No todo es negativo: la iniciativa NUDE (el Salon Satelite de Milán) es una muy buena oportunidad para los jóvenes y vale la pena el esfuerza de continuar ese esfuerzo, pero la Feria tiene que reinventarse en su mayor parte. Sinceramente para bajar a Valencia y volver a ver lo visto en Milán... me bajo pero a comerme una paella con los clientes de Valencia.
Morthylla
Con lo importante que es que nos muestren ideas novedosas y ambientes acogedores, porque ese es el gancho que nos lleva a comprar, muchas veces sorprenden las áridas exposiciones de estas ferias. Pero supongo que es como dices tú, fabricantes en busca de distribuidores y no clientes directos.
annushka
Esta claro que tiene que reenventarse, ofrecer algo para diferenciarse de Milán, tener otro formato. Lo mismo pasa con Valencia Fashion Week.