Este piso en Estocolmo parte de un concepto neutro, al que se han incorporado con acierto accesorios con los colores de la temporada. Los colores terracota, entre granates y naranjas, o los rosas palo que casi rozan el beige, son los colores de máxima tendencia.
Lo demuestra el estilismo de este piso ue parece sacado de un editorial de revista o de una marca de decoración. Tiene ese algo (je ne sois quoi), que consigue que se vea de rabiosa actualidad.
Sobra decir a estas alturas que el Living Coral es el color elegido por Pantone como el color del año. Un color a medio camino entre el naranja y el rosa y, aunque no sé si algunos de los colores es 100% Living Coral, los que están en este salón sí están dentro de su gama cromática.
En un entorno muy limpio con paredes blancas y una cocina también blanca abierta al salón blanca, el espacio es un lienzo neutro en el que las maderas claras, el ratán, el sofá de cuero de negro y los acentos de color a través de los complementos, consiguen el efecto de verse muy actual.
La excepción en la casa es el dormitorio principal, que elige la fórmula de gris (en el gran cuadro que sirve de cabecero), y el amarillo de los textiles ponen el acento de color y la alegría a este espacio.
El resto de la casa sigue fielmente la gama cromática elegida en el salón.
Además de la buena elección de la gama cromática en los complementos, reconocemos en el piso varios muebles de Ikea de la colección Stockholm 2017, incluido el armario de rafia.
Vía Fantastik Frank