El otro día, dejamos recién hormigonada la solera de la casa poco convencional en el desierto. Una vez pasados los 28 días necesarios para el proceso de curado, el hormigón está listo para soportar cargas, así que se puede empezar a montar la estructura.
Se eligió un sistema de pilares y vigas de aluminio fabricado por Bosch. El aluminio tiene la ventaja de ser ligero y muy resistente cuando se le da la forma adecuada, la pega es que es muy caro, pero en este caso mereció la pena. Entre tres personas levantaron toda la estructura en un único día de trabajo, cuando con un sistema tradicional de pilares y muros de hormigón, el asunto hubiera llevado meses.
Antes de proceder con su anclaje a la solera, se escuadró la estructura con cables, un método conocido como la cruz de San Andrés. Una vez fijada, era el momento de comenzar con la cubierta, así que, a trabajar.
Para la cubierta, se ha empleado un sistema prefabricado de chapa de acero plegada. Tan solo hay que colocar las planchas grecadas sobre las vigas y atornillarlas. Un trabajo que puede hacerse de nuevo entre tres o cuatro personas y que no lleva más de un día tampoco.
Claro que eso es sólo el principio, después se colocaron los remates del perímetro, el aislante y el sistema eléctrico que va por el techo. El acabado final de la cubierta es una malla de fibra de vidrio encapsulada en un material vinílico, con un acabado blanco brillante para reflejar la luz del sol.
Si os fijáis, la plancha de acero está micro perforada, lo cual no es casualidad. Esos pequeños agujeros sirven para que el sonido se "cuele" por ellos y vaya a parar al aislante. De otra forma, con tanta superficie reflectante, habría hasta eco en la casa. Para que veáis lo importante que es cuidar la acústica al diseñar.
Todo el proceso de levantar la estructura y acabar la cubierta llevó unos dos meses.
Tras poco más de medio año de trabajo, ahora ya casi parece una casa. El resto es coser y cantar, aunque aún pasarán otros seis meses hasta que sea habitable.
Para conseguirlo, lo siguiente que hay que hacer es colocar las paredes y las ventanas. El sistema de acristalamiento también es prefabricado y está diseñado para encajar perfectamente en la estructura, por lo que el proceso de colocación es rápido, limpio y sencillo. Para ello, se contrató por horas a una empresa local para que montara todo el sistema.
Las paredes están fabricadas en madera y hacen las veces de armarios; ahora todo se limita a un asunto de carpintería, que siempre es mucho más limpia y rápida que la albañilería.
El único paso delicado que queda es la instalación de las piezas del baño por un fontanero y la colocación de las placas solares fotovoltaicas.
Me ha gustado mucho como han resuelto todos los problemas que plantea tener que situar las placas sobre la cubierta de la casa. Lo que han hecho es montar un subsistema estructural que no solo les permite colocarlas de forma que hagan las veces de parasol para los patios, sino que éste lleva las cargas directamente a los pilares y no a la cubierta.
Para completar la instalación, la electricidad generada va a parar a una pequeña granja de baterías que la almacena durante el día para poder usarla por la noche. Todo eso oculto en unos armarios técnicos situados en la parte trasera de la casa, donde también está el transformador que convierte la corriente continua en alterna.
Con el asunto de la electricidad resuelto ya sólo falta revestir las paredes exteriores con unas láminas plásticas especiales, en un acabado similar al aluminio, montar la cocina, esperar a que lleguen los muebles y empezar a vivir.
Personalmente, me ha sorprendido lo rápido que se puede llegar a construir una casa cuando se prepara todo minuciosamente. Ninguna de las técnicas que han empleado son demasiado innovadoras, la idea de construir en seco a partir de elementos prefabricados viene de principios del siglo XX, con el movimiento moderno a la cabeza. Pero hay que reconocer que lo han llevado a cabo de forma impecable y que el resultado es espectacular.
La verdad, a mi que me tira mucho el bricolaje me ha entrado una envidia considerable, aunque igual es que me entusiasma la arquitectura y tengo mono de ejercer mi profesión. Y a vosotros ¿os gustaría montar vuestra propia casa?
Vía | iT house blog Más información | iT house, Taalman Koch En Decoesfera | Casas poco convencionales: vivir en el desierto (II) En Decoesfera | Casas poco convencionales: vivir en el desierto (I)
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