Esta primera ola del calor está provocando el agobio de miles de ciudadanos con casas calientes en las que es imposible dormir. El aire acondicionado no es solución para todo el mundo, ya sea por el presupuesto de tenerlo encendido a todas horas, o porque por salud no pueden tenerlo conectado. Y eso nos lleva a buscar soluciones alternativas para intentar mantener la casa lo más fresca posible.
A los hábitos como el de ventilar o cerrar las ventanas y bajar las persianas en cuanto comienza a pegar el calor con fuerza, se unen trucos como este que se inspiran en una técnica tradicional japonesa y que nos ayudan a dormir mejor. En Alemania tampoco son ajenas a la llegada de esta ola de calor que se está extendiendo por toda Europa. De hecho, en este país europeo no todas las viviendas cuentan con aire acondicionado, por lo que sus habitantes están usando trucos simple pero ingeniosos para rebajar la temperatura en casa.
El truco alemán para rebajar la temperatura en casa
Allí, se ha hecho viral un truco casero que destaca por su sencillez, ya que tan solo hay que utilizar una botella de plástico con agua congelada y aprovechar el efecto refrescante que tiene el hielo, en combinación con la circulación natural del aire.
La clave está en aprovechar el efecto refrigerante del hielo junto con la circulación del aire. Para aplicarlo, solo necesitas una botella de plástico de 1,5 o 2 litros llena de agua. La colocas en el congelador durante varias horas, hasta que el contenido esté completamente congelado.

Luego, deberás situar la botella justo delante del ventilador, de forma que el aire que genera pase por la superficie helada. El resultado: un chorro de aire más fresco que ayuda a aliviar el calor de forma inmediata. Además, si lo haces por la noche con las ventanas abiertas en lugares donde haya corriente de aire, conseguirás aumentar la sensación de frescor en casa.
Este sistema actúa como un mini aire acondicionado casero, sin necesidad de tecnología ni gasto energético adicional, más allá del congelador. Y aunque no enfría toda la casa como un aparato profesional, sí crea una corriente de aire mucho más agradable en la estancia donde lo coloques.
Para potenciar el efecto refrescante, hay quien utiliza varias botellas congeladas a la vez o incluso las coloca en recipientes con sal gruesa, lo que ayuda a que el hielo se derrita más lentamente.
Otra opción muy utilizada es poner botellas de hielo en los alféizares de las ventanas durante la noche, especialmente en zonas donde entra un poco de brisa. Así, el aire que entra se enfría ligeramente antes de circular por la habitación, ayudando a dormir mejor sin necesidad de encender el aire acondicionado.
Y un último detalle importante: si colocas la botella congelada en un punto alto (por ejemplo, sobre una estantería o mesa alta), el aire frío, que es más denso que el caliente, tenderá a bajar, refrescando de forma más eficaz la zona inferior de la habitación.
Fotografías | Drazen Zigic para Freepik, Freepik
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