Es prácticamente imposible caminar por nuestro país y no encontrarse con los toldos verdes, un elemento que es casi patrimonial de la arquitectura de nuestro país. Aunque hay toldos de numerosos colores, lo cierto es que los toldos verdes siguen reinando. Su origen hay que buscarlo en el boom inmobiliario de los años 60, en la misma época en la que el terrazo y el gotelé inundaron las paredes y los suelos de toda España.
En esos años, la gama de colores era muy limitada, con el azul, el naranja y el verde como principales opciones. Y en esos momentos, el verde se puso de moda por ser un color fresco que recordaba a la naturaleza, extendiéndose por los edificios tanto de las grandes ciudades como de las zonas costeras plagadas de apartamentos.
Un arquitecto explica que este no es el color más adecuado para proteger nuestras casas del calor
Pese a que el toldo verde está extendido por toda España formando ya del imaginario colectivo de la arquitectura española, lo cierto es que no es la mejor solución para proteger nuestras casas del calor. Así lo defiende Jordi Martí, un arquitecto técnico muy activo en redes sociales para divulgar consejos sobre arquitectura y las problemáticas que surgen a la hora de construir una vivienda.
En este caso, el arquitecto técnico ha puesto el foco en los tradicionales toldos verdes que se pueden ver a lo largo y ancho del país. En este sentido, Jordi Martí advierte que "Si tienes un toldo como este, que sepas que no funciona bien", ya que hay diversos estudios que demuestran que no protege bien del calor.
Durante el vídeo, el arquitecto técnico señala que supone que "los toldos verdes han sido tan populares porque en las ciudades vivimos con la ilusión de ver algo verde. Pero podría ser mucho mejor, porque los colores oscuros absorben el calor".
Así, toldos en colores como el verde oscuro, o incluso en negro (un color que se instala a a veces por ser sinónimo de elegancia y sofisticación). De hecho, Martí advierte que "este toldo se calienta y es como tener un radiador delante de nuestra ventana".
El arquitecto aclara que evidentemente, es mucho mejor tener este toldo a no tener nada, "pero no es ideal porque tenemos una zona especialmente caliente bajo el toldo y el calor va entrando". Según Martí, "Hubertus Pöppinghaus hizo su tesis doctoral sobre toldos refrescantes, instalando una cámara termográfica con la que analizó muchos materiales para llegar a la conclusión de que los toldos funcionarían mucho mejor si fueran reflectantes en la parte superior.
"Si utilizamos telas finas y blancas el problema es que la radiación directa se bloquea menos que en un toldo oscuro. Por lo tanto tampoco es ideal", prosigue el arquitecto. Para solventar este problema, Martí señala que una posible solución sería un toldo de doble capa, que tuviera materiales reflectantes en la parte superior y absorbente por la parte inferior. De esta manera nuestra casa se calienta menos y ahorramos en aire acondicionado.
Fotografía | Jordi Martix
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