La poda de los frutales es una tarea clave si queremos garantizar que el árbol esté saludable y que tenga una cosecha espectacular al año siguiente. Noviembre es un mes en el que podemos podar algunos árboles frutales con el fin de eliminar ramas muertas, favorecer la estructura del árbol y prevenir la propagación de enfermedades durante los meses más fríos del año.
Entre los árboles frutales que están muy presentes en los jardines de buena parte de Europa y que debemos podar antes de la llegada del invierno, destacan estas tres especies.
El manzano
El primero de los frutales que hay que podar en otoño es el manzano. La poda de este frutal es recomendable para favorecer la aireación de la copa y para permitir que la luz entre sin problemas en el interior de la estructura del árbol.
Además, así también limitaremos la posible afección de enfermedades como la sarna, y reducir la presencia de parásitos que pasan los meses más fríos del año en las ramas muertas.
Para realizar la poda del manzano, hay que comenzar eliminando las ramas muertas, o aquellas que veas que están enfermas o dañadas. También hay que cortar las ramas que crecen hacia el interior de la copa, o las que se cruzan entre sí, ya que impiden la buena circulación del aire.
A continuación deberás acortar ligeramente las ramas principales para mantener una estructura equilibrada, así como retirar los restos de fruta que no hayan madurado con el fin de evitar que atraigan plagas.
Peral
Al igual que el manzano, el peral también se va beneficiar de la poda otoñal. Una poda que necesita para mantener una estructura saludable y fomentar que salgan nuevas ramas, de las que saldrán los frutos.
A la hora de podar el peral, deberás comenzar eliminando las ramas muertas o enfermas. Después, tendrás que recortar los chupones o brotes verticales que crecen demasiado rápido, ya que consumen la energía del árbol de forma innecesaria.
Además, deberás acortar las ramas principales para conseguir que el árbol siga teniendo forma triangular, con una copa más ancha en la base, y más estrecha en la parte superior. También deberás retirar los restos de frutas que no han crecido o que se han pasado, ya que pueden alojar esporas de hongos en invierno.
Ciruelo
Podar el ciruelo en otoño es clave si queremos evitar una sobrecarga de ramas y asegurar una floración equilibrada la próxima primavera. Además, al podar este frutal se reduce de forma importante que se vea afectado por enfermedades como la moniliosis.
Antes de comenzar a cortar, debes tener en cuenta que es importante no podar en exceso el árbol, ya que si te pasas, podrías provocar que las ramas jóvenes crezcan en exceso en primavera.
Una vez dicho esto, retira como en el caso del peral o el manzano las ramas muertas, enfermas o dañadas. A continuación, tendrás que retirar las ramas que crecen dentro de la copa con el objeto de mejorar la entrada de aire en el interior.
Acorta también las ramas principales con el fin de fortalecer la estructura del árbol, y permitir así que al recolección de las ciruelas sea más cómoda. Para acabar, tendrás que eliminar los brotes que emergen de la base del árbol o de las raíces.
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