Cada vez es más normal tener un huerto urbano para cultivar tomates. Incluso muchas personas los cultivan en macetas y jardineras en la terraza, en el patio o en el alféizar de la ventana. Todo sea por recoger unos deliciosos tomates con los que preparar una rica ensalada, entre otras recetas.
Dentro de los cuidados de esta planta, la poda de las tomateras es algo habitual para dar más fuerza al crecimiento de la planta y de los frutos. Lo que poca gente hace es aprovechar esas hojas que vamos eliminando para potenciar el crecimiento, o porque se han pochado. Pero lo cierto es que en lugar de tirarlas, podemos utilizarlas para que nuestro huerto esté mucho más saludable.
Cómo utilizar las hojas de tomate en el huerto
Así que si quieres aprovechar esas hojas que has eliminado dentro de la filosofía de residuos ceros, te vamos a dar varias ideas para que puedas reutilizar estas hojas con el fin de mejorar la salud de tu huerto o de tu jardín.
- Utiliza las hojas para abonar tus plantas. Es el primer uso que se nos puede ocurrir es el de usar las hojas eliminadas como abono. Las hojas en descomposición enriquecerán el sustrato de tus plantas, añadiendo nutrientes adicionales. Puede llenar un recipiente con las hojas, verter agua y dejar fermentar. Una vez que ha concluido la fermentación puedes usar esta solución para regar con el fin de fertilizar las plantas.
- Un aerosol contra las plagas. Las hojas de tomate contienen alcaloide, un potente repelente natural de plagas como pulgones y orugas. Para utilizarlo y que sirva de protección para tus plantas ante las plagas, es preparar un macerado hirviéndolas brevemente durante 15 minutos. Una vez que la infusión se haya enfriado, y tras colarlo, puedes verterlo en un espray para aplicarlo a las plantas en momentos en los que esta no reciba la luz del sol; en este sentido, es mejor aplicarlo a primera hora de la mañana, o al atardecer.
- Usar las hojas como acolchado. Las hojas que has eliminado de las tomateras también se puede utilizar como acolchado o mantillo para retener la humedad en el suelo y dificultar el crecimiento de malas hierbas en torno a tu planta. Para evitar enfermedades fúngicas, es importante dejar secar las hojas antes de utilizarlas para formar ese mantillo.
Como puedes ver, utilizar hojas de tomate que has eliminado de la tomatera es un buen ejemplo de cómo podemos poner en marcha una jardinería sostenible, aprovechando restos que acabarían sin remedio en la basura.
Fotografía | Dan Gold en Unsplash, Shalev Cohen en Unsplash
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