El calabacín está muy presente en las cocinas de nuestro país para hacer multitud de recetas. Y no hay nada mejor que poder cultivarlos en casa y recogerlos con tus propias manos antes de utilizarlos para cocinar.
La primavera es el momento ideal para cultivar el calabacín. Y podemos realizar la siembra de dos maneras: La primera es hacer la siembra en un semillero o en una maceta a cubierto a finales del mes de marzo. Puedes utilizar 2 semillas por macetas, y cuando germinen, puedes dejar solo una planta. Podrás plantarlas en el suelo cuando pase el riesgo de heladas.
Cuándo sembrar el calabacín directamente en el suelo
Por contra, si prefieres hacer la siembra del calabacín directamente en el suelo de tu huerto, mayo es el momento que estabas esperando. Concretamente , hay que hacerlo en la segunda quincena de mayo, justo cuando las temperaturas están ya subiendo y no hay riesgo de fríos y heladas.
Para hacer esta siembre directa, deberás poner de 2 a 3 semillas por golpe. Cuando germinen, deberás aclarar para que la planta de calabacín que permanezca tenga especio y los recursos necesarios para crecer.
Aunque las temperaturas ya deberían estar altas, es aconsejable que tapes la zona donde has plantado las semillas con un plástico transparente para que tengan la temperatura que necesitan para desarrollarse.
Cómo cuidar la planta del calabacín
El calabacín es un cultivo bastante fácil de cuidar. Para plantarla, deberás proporcionarle un aporte de sustrato ecológico, como el humus de lombriz, o estiércol.
A la hora de regarla, deberás marcarle una pauta de riego regular en los meses de más calor, ya que esta planta necesita bastante agua para desarrollarse.
Para mantener la humedad del suelo puedes utilizar un plástico fino que sea biodegradable. Con este plástico también impedirás la creación de malas hierbas. Respecto al abono, puedes utilizar abonos líquidos, y deberás echarlo cada 15 días.
Cuando la planta está creciendo, puedes optar que la planta crezca por el suelo, o tutorizarla para que crezca en altura en caso de que la variedad lo necesite. En este caso puedes utilizar una malla de enrama o tutores de caña. Para tutorizar la planta, deberás ir guiando las ramas, atando las ramas y los frutos para que no terminen cayendo a causa del peso.
También es importante podar la planta para potenciar su crecimiento. Concretamente, deberás cortar la rama principal justo cuando el calabacín comienza a desarrollarse. De esta manera, la planta tendrá más ramificaciones, y por extensión, más calabacines.
Debemos cortar la rama principal cuando el fruto empieza a desarrollarse, esto hará que la planta empieza a desarrollar sus ramificaciones y obtendremos un mayor numero de calabacines.
Respecto a cuándo hay que coger los calabacines, estos suelen recolectarse cuando tienen entre 15 y 20 cm, y ya tienen el color oscuro que los caracteriza. Para asegurarnos, puedes clavar la uña, y si se marca sin dificultad, puedes recogerlo utilizando una tijera.
Fotografías | Raiona en Pixabay, Freepik
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