El filodendro Pink Princess, conocido como philodendron erubescens por su nombre científico en latín, es una planta de interior de origen tropical que llama la atención por sus hojas de color verde y rosa.
Pero además de su llamativa imagen, esta planta es muy apreciada porque es bastante fácil de cuidar. Tan solo hay que seguir una serie de pasos para asegurarte de que el color rosa que tanto nos gusta salga y dé el toque de color a tu hogar. El tan esperado color permanece escondido hasta que se abren sus hojas.
Cómo cuidar el filodendro
Para empezar, el filodendro Pink Princess debe estar plantado en un suelo rico en nutrientes, y que cuenta con un drenaje. Si mezclas turba, perlita y corteza, tu planta se desarrollarán de forma espectacular.
La luz es un factor clave para que tu planta te regale ese particular color rosado. De hecho, las hojas pueden perder el tono rosado y volverse verdes sin la luz adecuada. Lo mejor es que reciba abundante luz, siempre que el sol no le dé de forma directa.
Si la planta recibe demasiada luz, las hojas podrían volverse marrones. Y si les falta luz, la planta perderá el rosa y se volverán verdes de nuevo. Además, hay que tener cuidado: una vez que el rosa se ha perdido, es imposible volver a recuperar esa tonalidad.
Para regar el filodendro, deberás hacerlo cuando veas que el sustrato está seco. Normalmente, en invierno deberás regarlo una vez a la semana, o cada dos. En verano, deberás aumentar la frecuencia de riego, aunque siempre sin encharcar el sustrato para evitar que se pudran las raíces. Entre sus virtudes, esta especie resiste bastante bien la sequía.
Para acabar, debes tener en cuenta que esta planta es tóxica si se ingiere, por lo que es importante mantener alejado de mascotas y niños
Fotografías | Huy Phan para Pexels, Sasha Kim para Pexels
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