Si repasamos la historia del interiorismo, nos daremos cuenta de que la decoración de los espacios que el hombre ha habitado ha sido un claro reflejo de los cambios sociales a los que el mundo ha asistido. El ser humano se ha rodeado del mobiliario, de los complementos decorativos, de los textiles que necesitaba, que podía, o con los que, simplemente, se sentía feliz en cada momento.
Esta reflexión viene motivada por un hecho indiscutible en la decoración actual que, asimismo, es representativa de un fenómeno al que no somos ajenos. Me refiero a la multiculturalidad o mestizaje cultural visible en todos los aspectos de nuestra vida y que tiene su correlato en lo que podríamos denominar mestizaje decorativo o decoración intercultural, y que no es otra cosa que la convivencia de mobiliario y complementos decorativos de diferentes procedencias y estilos.
Un ejemplo muy atractivo de lo que decimos lo hemos encontrado en el blog de una interiorista, diseñadora y fotógrafa noruega, Maruska, quien apuesta decididamente por un eclecticismo decorativo que bebe de procedencias tan distintas como el estilo nórdico, con el que ha convivido desde pequeña, y el estilo árabe, por el que siente una predilección especial.
El resultado de unir el minimalismo, las líneas rectas, la funcionalidad, entre otros rasgos, del estilo nórdico, con la estética de los pufs marroquíes, las decoraciones y los motivos típicamente árabes, por ejemplo, crean un diálogo decorativo muy atractivo que aporta, sobre todo, originalidad y personalidad a los ambientes. En mi opinión, esa es la línea por la que debe guiarse la decoración actual si quiere ser un relejo de la sociedad. ¿Qué opinas?
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