Madrid no para de depararnos sorpresas en el ámbito del interiorismo y la restauración. Hoy, nos queremos acercar hasta el restaurante Fismuler, en el número 20 de la calle de Sagasta, en el cada vez más dinámico Barrio de Chamberí.
De la mano de los chefs Nino Redruello y Patxi Zumárraga, y con la aportación de Arquitectura Invisible y de la interiorista Alejandra Pombo, Fismuler es un restaurante que hace bellos los desconchones.
Inspirado en las corrientes culinarias y decorativas del norte de Europa, en las que prima la sencillez y la naturalidad sin artificios gracias a la presencia de materiales muy básicos, Fismuler abre sus puertas en un viejo edificio de hace más de 100 años.
Un local de algo más de 400 metros cuadrados llenos de muro de adobe, revetimientos de yeso, cables colgando del techo, o baldosas de homirgón recuperadas en el suelo como envolvente de los amplios espacios comunales llenos de mesas y bancos corridos, o estanterías de macerados y encurtidos. Entre ellos, destaca sin duda la 'mesa Instagram', situada en un acogedor patio interior cubierto que parece que nos traslada fuera de las calles de Madrid.
Un lugar diferente en el que disfrutar de la buena comida presentada sin artificios en pleno barrio de Chamberí.
Más información | Fismuler
En Decoesfera | Pascua Ortega y Guille García Hoz dan vida al nuevo Florida Retiro
Ver 2 comentarios