La cocina es una de las partes de la casa que más cuesta mantener en orden. No en vano, es una estancia a la que sometemos a un uso intensivo a diario, y además, hay que guardar múltiplos artículos. Desde vajillas a menaje de cocina pasando por botes de alimentos, conservas, trapos de cocina, ollas y sartenes...
Sin olvidarnos de los productos de limpieza. Precisamente, el armario que tenemos bajo el fregadero y donde solemos guardar los productos de limpieza es uno de los más desordenados por la cantidad de artículos que queremos almacenar allí debajo, compartiendo espacio con las tuberías, el sifón o incluso el cubo de la basura.
Los trucos de Marie Kondo para limpiar el armario bajo el fregadero
Para mantener el orden en ese espacio tan complicado pueden venirnos bien los consejos de Marie Kondo, la gurú del orden japonesa que se ha hecho famosa por sus técnicas para mantener la casa siempre ordenada.
Para ordenar ese espacio, lo primero que hay que hacer es vaciar el armario, clasificar los productos que allí había y agruparlos por tipos. Comprueba si tienes botellas o botes vacíos, si hay alguno que no usas jamás porque no te gusta el resultado, o porque no tienen buen olor, y revisa también la fecha de caducidad de esos productos, por si tienes que desechar alguno.
A la hora de deshacerte de los productos caducados o que ya no usas, recuerda que jamás hay que tirarlos por el retrete o por el fregadero. Llévalos siempre al punto limpio para deshacerte de ellos con seguridad y sin perjudicar al medio ambiente.
El siguiente paso será limpiar esos productos que vas a volver a guardar en el armario. Puedes pasarles un paño húmedo para quitarles el polvo y la suciedad. Al acabar, te tocará limpiar el interior del armario, ya que puede que el suelo o las paredes estén sucias e incluso pegajosas. Lo mejor es realizar esa limpieza con una esponja, jabón y agua tibia.
Para facilitar la limpieza en el futuro, puedes forrar la base del armario. Así, cuando esté sucia, puedes retirarla sin problema y sin esfuerzo. Tras acabar esta tarea, hay que comenzar a meter todo en el interior del armario.
Pero hay que hacerlo agrupando los productos de limpieza por categorías, desde friegaplatos a productos para limpiar los suelos. Así, podrás tener siempre localizado cualquier tipo de producto.
También puede poner cestas , cajas o jaulas metálicas para guardar esponjas, bayetas, guantes de limpieza y cualquier objeto más pequeño sin estuviera suelto dificultaría tener el armario en orden.
Los estantes apilables pueden ser otra estupenda opción para ordenar esta zona de la cocina, sin olvidarnos de las barras extensibles o de las perchas para optimizar el espacio y colgar trapos de cocina por ejemplo. De hecho, las puertas del armario son el lugar perfecto para colocar ganchos adhesivos donde colgar paños, cepillos o utensilios de limpieza.
Y si te queda hueco, el armario bajo el fregadero es también el lugar perfecto para que puedas guardar artículos como botellas o la garrafa de cinco litros del aceite de oliva.
El mantenimiento, fundamental
Lo que cuesta varias horas de ordenar y clasificar, luego puede deshacerse en cuestión de minutos por descuido, por las prisas, o porque en ese armario mete la mano mucha gente.
Por eso es importante dedicarle unos minutos una vez a la semana para comprobar que está todo en su lugar o recomponen lo que esté desordenado. En este sentido, recuerda que contra menos cosas guardes más fácil será tenerlo todo ordenado.
Fotografías | Francesca Tosolini en Unsplash, Freepik
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