Últimamente, parece que se diseñen las oficinas de las grandes empresas de internet más como lugares de recreo que como de trabajo, así ocurre con las de Facebook, Google o AOL --en el caso de Lego, tiene más sentido--. Están muy bien, la verdad, pero de vez en cuando da gusto encontrarse con una oficina seria, moderna y elegante, que transmita los valores de una empresa tecnológica como las renovadas oficinas de IBM en Roma.
Diseñadas por Massimo Iosa Ghini, la recepción ya nos avisa del lugar al que vamos a acceder. Por momentos, uno parece haber entrado en un set de 2001, Odisea en el Espacio; luces azuladas, superficies curvas y brillantes y un mostrador con un diseño desafiante.
Uno teme que vaya a ser todo así, sobre todo al pasar a la sala contigua a la recepción, que parece sacada de Minority Report, con pantallas colgando aquí y allí, luces violetas y paredes de cristal. Por momentos, uno duda si la recepcionista era humana, o un androide muy logrado, y si dentro trabajarían personas o robots.
Afortunadamente, a partir de ahí la cosa cambia y se humaniza, aunque siempre manteniendo el marcado corte futurista que se espera de una empresa tecnológica como IBM.
Así, por ejemplo, la cafetería es un lugar mucho más agradable, donde predomina la madera y una iluminación cálida y difusa. No obstante, me atenaza la sensación de estar siempre encerrado, como si de verdad estuviera en una nave espacial y no hubiera más que estrellas al mirar por la ventana.
Quizás tenga que ver con que los techos no son especialmente altos, o los espacios no demasiado grandes, pero no se ha logrado la sensación de espacio público que una cafetería debería tener. No invita a socializar, sino a llegar, engullir un café --o engrasarse los rodamientos-- y volverse a la mesa.
En las zonas de trabajo encontramos la tónica habitual de paredes de vidrio que aíslan el sonido pero permiten una comunicación visual, creando la sensación de que estamos trabajando todos juntos por un bien común, pero sobre todo, ampliando la percepción del espacio.
En estas, sin embargo, se ha buscado un poco más de privacidad con un serigrafiado lineal en el vidrio, que además enfatiza la perspectiva de los volúmenes.
Acabamos con la sala de reuniones, que siguiendo con las analogías cinematográficas, bien podría ser el puente de mando de la Enterprise de Star Trek.
Una gran mesa ovalada de madera preside el despacho, pero el mayor protagonismo se lo lleva la gran pantalla negra del fondo, que permite -disfrutar del paisaje en los viajes intergalácticos- mostrar diversas proyecciones al mismo tiempo, para que las presentaciones de Power Point luzcan como nunca.
Me gusta el uso del metal troquelado que se hace en estas renovadas oficinas de IBM. Es un material habitual en exteriores, como parte de la fachada para el control solar, pero en el interior le da un toque especial, aunque su cometido sea el mismo, filtrar la luz. La pega, es que nos roba las vistas al exterior y acentúa la sensación antes mencionada de que nos encontramos en un espacio eternamente aislado.
Vía | Fubiz Más información | Massimo Iosa Ghini En Decoesfera | Espacios para trabajar: las oficinas de No Picnic
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