A medida que los niños van creciendo tenemos que ir adaptando su cuarto a sus necesidades. En muchos casos el dormitorio infantil, es un espacio pequeño en la casa y eso implica que debemos elegir muy bien el mobiliario, los colores y los complementos para convertirlo en una habitación agradable y funcional.
Hoy vemos la reforma de un dormitorio especialmente pequeño que hay que modificar para organizar mejor el almacenaje, aprovechar más el espacio e incorporar una zona de estudio. Un antes y después muy significativo pero que no requiere de ninguna obra.
La cama alta permite organizar el almacenaje debajo de ella con mucho espacio a disposición y además aporta un toque divertido, punto extra a favor en un dormitorio infantil. La zona de estudio está cerca de la ventana para contar con la máxima luz natural posible.
La paleta de colores elegida es neutra y atemporal, hay contrastes, pero el blanco predomina sobre los detalles en negro para maximizar visualmente el espacio en todo lo posible. Pintura y textiles tienen motivos decorativos infantiles, pero al mismo tiempo discretos y elegantes, buscando el equilibrio entre el gusto del niño y sus padres. ¿Qué os parece el resultado?
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