De pequeño me encantaban las cocinas de juguete. En mi casa tenía una de plástico pequeña, pero en casa de mi abuela tenía una de madera con despensa y todo que me encantaba. Es por eso que cuando tenga hijos me encantará hacerles una cocina de juguete con una vieja mesita de noche como han hecho en Duck Egg Blue.
Como ellos mismos comentan, lleva su tiempo y no sale mucho más barato que comprarla en la tienda, pero la satisfacción de hacerlo nosotros mismos y la atención al detalle que podemos dedicarle no tiene comparación. Seguid leyendo y os cuento cómo han conseguido transformar una mesilla en una cocina de juguete.
La estructura y las puertas
El punto de partida es una clásica mesilla de noche, de esas con un cajón y un hueco más grande en la parte inferior. Aunque en este caso los dueños tenían dos cestas de mimbre, para el caso es lo mismo, porque lo que nos interesa es la estructura.
El primer paso es tumbar la mesita, de forma que lo que era el cajón ahora será un pequeño armario vertical, mientras que el hueco más grande hará las veces de horno. También necesitaremos un tablero para hacer las veces de encimera, que podemos cortar a medida de alguna madera que tengamos por ahí (de pino, por ejemplo, o contrachapado) con una sierra circular o de calar.
Para las puertas mi recomendación es que hagáis como el matrimonio de Duck Egg Blue, y utilicéis un tablero MDF (tablero de fibra de densidad media). En parte porque es más fácil de cortar, y en parte porque al poder usar un grosor menor, quedará más elegante, ya que con un tablero típico de 12 o 16mm quedarían demasiado gruesas, como fuera de escala. Con una sierra de calar podemos hacer los agujeros para el "cristal" del horno y el hueco para el fregadero. Lijamos y pasamos a la fase de pintura.
La pintura
Si para la encimera hemos usado una madera, es un buen momento para aplicarle un aceite protector o un tinte si queremos, para que tenga un color un poco más oscuro que combine bien con el blanco que le daremos a las puertas. Para las puertas, antes de pintar en blanco, conviene imprimar el tablero, ya que el MDF es bastante poroso.
También es buena idea pintar el interior de lo que será el horno con alguna pintura negra, pues resultará mucho más creíble, y cuidar algunos detalles como el indicador del tiempo de cocción o incluso los diales para controlar la temperatura, que podemos hacer de retales de madera, lijar y pintar.
El palito que veis es porque han querido que los diales fueran móviles y no estuvieran simplemente pegados. Para ello han colocado el palo de una brocheta (o un pelín más grueso), de forma que haciendo un agujero en la madera, pudieron fijarlo desde el otro lado con una arandela y un poco de alambre, para que gire pero no se salga. Ingenioso.
Los toques finales
Para el fregadero, han utilizado un bol de acero inoxidable, de esos para ensaladas, con un grifo de una tienda de segunda mano, mientras que para simular los fogones han utilizado una plancha de acero inoxidable y unos círculos de madera negra, aunque también hubiera valido un tablero de madera pintado en negro con las líneas rojas de la vitrocerámica.
Otros detalles interesantes son las patas, de madera, que le dan a la cocina un toque ligero, elegante y cincuentero que me encanta, y también el sistema de fijación de la puerta del horno, con un cordel y unas arandelas para que las bisagras no den de si por abrirlas demasiado.
También han instalado un sistema de imanes para que se mantengan cerradas cuando no se usan, la tabla de la mesa se puede plegar y han colocado unos ganchos en el lateral para los trapos de cocina. Hasta han conseguido unas bandejas que encajan en el horno. Vamos, que prácticamente está más equipada que mi cocina.
En total dicen haberse gastado poco menos de 100 euros, lo cual es bastante teniendo en cuenta que tenían gran parte de los materiales, (aunque en algunos accesorios como tiradores, no han escatimado) pero también es cierto que creo que por ese precio es complicado encontrar una cocina de madera con tanta atención al detalle.
Sin duda esta cocina de juguete hecha con unas mesitas viejas es un buen proyecto para hacer nosotros mismos ahora que se acerca el buen tiempo, y hasta podemos involucrar a los más pequeños en tareas como ayudar a pintar. A mi me hubiera encantado tener una cocina de juguete tan bonita y personalizada como esta.
¡Ah! Y con la otra mesita, se me ocurre que se podría hacer una pequeña nevera de juguete, de esas que tienen un pequeño congelador en la parte superior. Bastaría con hacerle las puertas, unos estantes, unos tiradores adecuados y algo de decoración en el exterior, como el nombre de alguna marca. Igual hasta pintarlo con una pintura magnética.
Vía | Design Sponge
Más información | Duck Egg Blue
En Decoesfera | Recicladecoración: una cocina de juguete hecha con cosas usadas
Ver 1 comentarios