No es fácil manejar los colores primarios en el arte y la arquitectura. Mondrian lo hacía de categoría en el arte, Rietveld demostró que también era posible en la casa Schröder y en la Bauhaus también hacían buen uso de ellos, pero su empleo conlleva riesgos.
Afortunadamente para los dueños de este apartamento en Cracovia donde los colores primarios son protagonistas (sobre todo el rojo y el amarillo), los arquitectos de PERA studio han sabido combinarlos con tino para transformar lo que antes era un apartamento completamente blanco en un espacio alegre y colorido que podemos considerar a la vez transgresor y acogedor.
Sin duda lo que más llama la atención es el amarillo de la cocina. No es que las puertas de los armarios sean amarillos, o la encimera sea amarilla, o la mesa sea amarilla; es que todo en la cocina es amarillo salvo el horno, las sillas y el grifo y el fregadero, que son blancos. Incluso el suelo es un vinilo amarillo que contrasta con la madera clara del resto del espacio.
Esta burbuja amarilla que es la cocina ayuda a separarla visualmente del salón, aunque ambos estén en la misma estancia. Se genera con el color una jerarquía visual, un orden cromático, que hace cuando estemos en la cocina nos dé la sensación de haber cambiado de habitación, y que cuando estemos en el salón consideremos la cocina una estancia separada e independiente, pero que a la vez forma parte inevitable del mismo conjunto.
El siguiente color con mayor presencia es el rojo, que copa las dos puertas del pasillo. Una de ellas da al baño, donde esperaríamos quizás más presencia del rojo, que se limita única y exclusivamente a una lámpara semiesférica de ese color (por cierto, juraría que es de Ikea).
No sé vosotros, pero yo hubiera apostado por un poco más de rojo en el baño, quizás en las puertas de los armarios del lavabo, o incluso en todo el armario en sí. Es una decisión un poco arriesgada, porque si nos pasamos el baño podría parecer el de un prostíbulo o una discoteca, pero es que tan blanco queda un poco insulso.
Volviendo al salón-comedor-cocina, hay un pequeño detalle que me resulta estridente. Como sabéis, aunque de pequeños nos aprendemos los colores básicos como rojo, amarillo, verde y azul, la realidad es que el verde no es un color primario, sino secundario, combinación del amarillo y el azul, al menos en el espectro lumínico (RGB), si hablamos de tintas, los colores primarios son el cyan, el magenta y el amarilla, pero no es por ahí por donde quería ir.
El caso es que si os fijáis, como parte de la decoración hay un cuadro un tanto extraño de una vaca recortada sobre un fondo verde, como esos que se usan en los croma en televisión. No es que no me guste el cuadro --tampoco es que me entusiasme-- pero la presencia de esa pequeña nota de verde parece como que estropea un poco lo cuidado del resto de la composición. Sin duda yo hubiera optado por algo azul.
En cualquier caso, a pesar de ese pequeño detalle, este apartamento en Cracovia donde los colores primarios son protagonistas es un buen ejemplo de cómo podemos utilizar el color en un diseño minimalista.
Vía | Design Milk Más información | PERA Studio En Decoesfera | Acogedor apartamento en blanco y negro
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