Esta casa unifamiliar de 120 m2 situada en un pueblo a 10 kms de Barcelona se ha construido con criterios passivhaus. La bioarquitectura y el biointeriorismo, este último llevado a cabo por la interiorista Pia Capdevila, se dan la mano en este proyecto dando lugar a una casa fabricada con materiales libres de tóxicos y con un consumo energético nulo.
La orientación sur de la vivienda aprovecha al máximo la luz solar para que la vida en el interior de las vivienda requiera la mínima energía posible. Las grandes aperturas en la pared de la fachada y tres ventanas de doble cristal de baja emisión relleno de gas argón permiten capturar el calor del sol.
Por el interior, la fachada está envuelta por una capa de aislamiento de corcho de unos 10 cm de grosor que, junto a la carpintería de los cristales de madera de castaño del Montseny, garantizan la estanqueidad de toda la casa.
La estructura de la casa esta creada con un entramado ligero de madera. El revestimiento de madera de unos 30 cm de grosor está rellenado con manta de algodón reciclado, un aislamiento que insonoriza y protege la casa de las inclemencias del tiempo durante todo el año.
Gracias a la ventilación de doble flujo, a los grandes ventiladores en la planta bajocubierta y en la suite principal, y a unos techos especialmente altos -3,30 m en la planta baja y de más de 4 m en la superior- se garantiza una ventilación bien oxigenada y de calidad, por lo que la vivienda no cuenta con aparato de aire acondicionado ni calefacción.
En cuanto a la energía eléctrica, a pesar de estar conectados a la red general, la vivienda se ha equipado con nueve paneles solares situados en el tejado que producen diez veces más energía de la que consumen los propietarios en un año. En la cocina se han instalado dos encimeras: una eléctrica para usar durante las horas de sol y una de gas butano para los días de menos luz solar.
Sobre el biointeriorismo aplicado al proyecto
El proyecto de interiorismo tenía como objetivo para Pia Capdevila, responsable del proyecto, crear una decoración y un interiorismo adaptado a una casa de reciente construcción sostenible. Aunque la interiorista ya venía aplicando este tipo de interiorismo en algunos casos, éste ha sido el primer proyecto de biointeriorismo aplicado al 100%.
El objetivo del proyecto era crear una pequeña vivienda sostenible en medio de una zona urbana evitando que el abuso de la madera hiciera que tuviera estética de cabaña, así que todas las decisiones estéticas han estado tomadas orientadas a contribuir a minimizar la electricidad estática y a mantener una temperatura y humedad óptimas. La planta de la casa con una forma de rectángulo tenía todos los ángulos diferentes así que otro de los retos del proyecto de interiorismo fue sacar el máximo partido y funcionalidad a todos los espacios y rincones de la casa.
Materiales sostenibles
En cuanto a los materiales, la selección de las materias primas para el interiorismo ha sido una parte fundamental del proyecto. "Cuanto menos transformado está un material, menos energía se ha consumido y, por tanto, la huella ecológica que se deja es menor" comenta Pia Capdevila. Así que en este proyecto se han usado materiales 100% naturales y, sobre todo, de proximidad.
Todas las decisiones estéticas han estado orientadas a decorar conforme a una economía circular, contribuir a minimizar la electricidad estática y a mantener una temperatura y humedad óptimas.
Paralos textiles, se ha seguido un criterio racional y sostenible utilizando el mismo lino natural y algodón en todos los textiles de la vivienda, tanto en ventanas como en armarios.
Además, todas las alfombras son de fibras naturales. La carpintería de los cerramientos de la casa se ha hecho en madera natural y tanto las aplicaciones como el mobiliario se ha diseñado a medida sin ningún agente químico.
Distribución de la vivienda
Los 120 m2 de la vivienda incluyen dos habitaciones y dos baños repartidos en dos plantas de altos techos y una terrera planta, mas pequeña, bajo cubierta.
Planta cero; el recibidor, la habitación principal en suite y el patio interior
Desde la calle se accede a la vivienda desde una pequeña cancela. La planta de acceso o planta cero no incluye como la mayoría de las veces la zona de día. En este caso se incluye un recibidor, la suite principal y un patio interior. Todo de forma abierta y fluida, porque siguiendo el criterio que ha definido el interiorismo de toda la casa de "menos es más" la idea ha sido mantener solo lo que realmente era necesario, así que la planta baja, al igual que el resto de la vivienda, es abierta y sin ninguna puerta.
Tras el descansillo se encuentra el recibidor con una zona de armarios a medida que comunica directamente con la habitación principal y sirve para separar los ambientes.
El armario de la entrada se ha diseñado la misma madera con la que está construida la casa, que mezclada con aplicaciones de marquetería consigue un toque clásico, pero manteniendo el look neutro y moderno que aporta este material. Los cuatro metros de altura en la entrada de la vivienda ha permitido colocar un cuadro de gran formato de la artista Lidia Masllorens, para aporta un toque Arty.
El recibidor nos da paso al dormitorio principal desde el que se accede al patio interior de la vivienda. El pavimento de toda esta planta es de cemento pulido 100% natural sin barnices, un material visualmente continuo que se extiende hacia el baño y el dormitorio, e incluso sale hacia el exterior del pequeño patio al que se accede desde el dormitorio.
Como la mayoría de las paredes están descuadradas debido al plano irregular de la vivienda, muchos de los muebles se han tenido que diseñar a medida para ayudar a regularizar y situar estéticamente bien el mobiliario auxiliar respecto a las paredes. Un ejemplo de ello es el cabecero del dormitorio. Las repisas y estanterías diseñadas a medida ayudan a dar movimiento y profundidad al conjunto del espacio.
El baño de la habitación principal está totalmente abierto a ésta. Para separar visualmente la mampara de la ducha y el váter del resto del espacio Pia Capdevila ha colocado unos muretes de obra revestidos de mármol que generan intimidad, pero sin romper con la sensación de amplitud del espacio.
Destaca el papel de pared pintado del baño principal con el que se consigue destacar el mueble antiguo seleccionado como bajo lavabo.
Desde la escalera de la planta 0, diseñada en madera natural con la barandilla de barrotes de hierro negro, se accede a la planta principal donde se encuentra el salón, el comedor y la cocina.
Planta primera con la zona de día; salón, comedor y cocina
La planta principal alberga la cocina que tiene salida a un pequeño balcón y la zona de salón-comedor con unos techos altísimos de cinco metros de altura. El pavimento de toda esta planta es de madera de castaño natural.
En el salón, aprovechando que algunas de las paredes de esta planta son totalmente de madera y se tuvieron que forrar con pladur para cubrir el paso de varias instalaciones, se ha jugado con la combinación de ambos acabados, dejando las paredes de los planos de las ventanas en madera natural barnizada y de pladur pintado de blanco las paredes laterales. De esta manera se ha conseguido ese efecto de cabaña urbana sin abusar de la madera.
El sofá rinconero diseñado a medida funciona como gran pieza central del salón. Éste se ha rodeado de muebles de madera a media en forma de repisas y estantes. "Diseñamos un mueble a modo de banco muy polivalente que permite usarlo como repisa, como banco si colocamos un cojín, o como estantería para colocar bajo él cestos o cajas para almacenaje", explica la interiorista. El espacio de la parte trasera del sofá se ha aprovechado diseñando una pieza en forma de arcón con almacenaje en su interior que también permite apoyar cuadros y accesorios decorativos.
El luminoso salón comparte espacio con un amplio comedor enfrentado a él, con una mesa para seis comensales, dos espejos y dos lámparas de techo que caen desde la doble altura que se disfruta en esta zona de la vivienda.
La cocina, de estilo funcional en forma de U, se diseñó íntegramente en madera, incluido el techo. El sobre de mármol natural blanco destaca sobre la madera del mobiliario, un diseño minimalista y funcional con tablero de madera maciza alistonada en horizontal y tiradores integrados potenciando la simplicidad.
Como la cocina no dispone de lavavajillas por un tema de recursos de energía, el fregadero de la cocina se escogió muy grande para mayor comodidad.
Frente a la cocina, en la zona del pasillo que nos acompaña a la salida hacia el balcón, se ha situado un frigorífico panelado junto a una zona de lavado con lavadora, almacenaje de ropa y accesorios de plancha.
Planta segunda o ático; dormitorio de invitados con baño y zona de teletrabajo y lectura
La boardilla se destinó a zona de invitados y el estudio de Pía Capdevila ha creado una zona multifuncional que incluye también una zona de lectura o de trabajo.
El espacio del dormitorio se ha situado en la inclinación de la cubierta y este espacio también incluye un pequeño baño sin puertas. En cuanto a su decoración, se siguió la misma línea decorativa que el dormitorio principal instalando un papel pintado en la pared del cabecero para conseguir algo de volumen.
Proyecto de interiorismo Pia Capdevila Interiorismo. Fotos: Jordi Canosa. Estilismo: Mar Gausachs
Arquitectos: Jordi Carbó Arquitectura
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