Hace unos meses os enseñé lo que podía ser vivir en nueve metros cuadrados, que era lo que medía el apartamento de una neoyorquina que no hizo demasiado por sacar lo mejor de tan poco sitio. Sin embargo, hoy os traigo nueve metros cuadrados muy bien aprovechados.
Se trata del proyecto Cube, de la Universidad de Hertfordshire, que consiste en un cubo de tres metros de lado en el que una persona podría vivir con todas las comodidades de un piso normal, aunque en miniatura. Además, está diseñado para que el impacto en el medio ambiente sea mínimo.
En sus nueve metros cuadrados caben una cocina completa, una cama de cuerpo y medio (120 cm.), un sofá, una mesa para dos, espacio de almacenaje e incluso una ducha amplia y una lavadora.
Nada más entrar tenemos el salón, con una gran ventana que llena de luz la estancia, donde dos pequeñas piezas forman un mínimo sofá. La mesa, bastante amplia, se desliza sobre una guía hasta colocarse en medio de la ventana, de forma que si desplazamos al otro lado uno de los asientos podemos comer con compañía.
Los sofás esconden una caja de almacenaje bajo los cojines y la televisión usa tecnología LED de bajo consumo, al igual que todas las luces de la casa. La ventana es de un alto aislamiento y está orientada a norte, para que en verano el sol no caliente la casa demasiado, aunque tratándose de Escocia, casi la hubiera orientado a sur para que se calentara en invierno (si es que sale el sol, claro).
Una extraña y compacta escalera con escalones minúsculos nos lleva al siguiente medio piso, donde está la cocina y el baño.
Como veis, la cocina es bastante grande, con una placa de inducción de cuatro fuegos, un fregadero amplio, muchos armarios y un gran banco de trabajo. El hueco bajo el banco nos permitiría “saltar” a la entrada (hay solo un metro de desnivel), para que os hagáis una idea del juego de alturas y la distribución.
Si seguimos subiendo llegamos a la cama —de 1,20 m. de ancho— que quedaría a la derecha de la imagen, mientras que a nuestras espaldas está situado un inodoro con separación de residuos y sistema de compostaje, así como medidas de ahorro de agua.
En el video —en perfecto inglés— podéis ver con detenimiento la casa y descubrir algunos detalles interesantes de la mano del Dr. Mike Page, promotor de la iniciativa. Si no domináis la lengua de Shakespeare os resumo los que me han parecido más relevantes y que aún no he mencionado:
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La altura máxima de cada estancia es de dos metros.
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La escalera solo se sube bien si empezamos a subir con el pie izquierdo.
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La madera con la que está construida la casa proviene de plantaciones sostenibles en el Reino Unido.
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Cuenta con placas solares fotovoltaicas que reducen su impacto ambiental.
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En la fachada sur no hay ventanas para que no se caliente en exceso en verano (me río yo de su calurosos veranos).
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La tetera va a juego con la cocina (esta es cosecha propia).
Bueno, espero que os haya resultado interesante este proyecto que trata de aprovechar al máximo nueve metros cuadrados, con el fin no solo de ofrecer viviendas económicas, sino también para reducir el impacto de la construcción en el medio ambiente. Si aún queréis más, aquí podéis ver una vista panorámica de 360 grados.
Vía | Toxel
Más información | The Cube Project
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