Una de mis pesadillas recurrentes es que se ponga a llover dentro de casa. De hecho, me pongo de los nervios cuando en alguna película o serie hacen saltar los sistemas anti-incendios y se moja todo: muebles, papeles, cuadros, libros,etc. Es que es pensarlo y me empiezan los picores.
Puede que tenga mucho que ver con que más de una vez me ha despertado una gotera a los pies de cama —en Valencia llueve muy torrencialmente— o que como arquitecto las temo más que al gotelé, pero en cualquier caso me vendría muy bien acercarme a esta instalación en Australia, que es un tratamiento de choque contra el miedo a las goteras.
Como habréis podido intuir por el título y los impermeables que la gente viste a la espera de entrar, se trata de una casa en la que llueve dentro. A cántaros. 200 litros de agua por minuto, que se dice pronto. Una lluvia que en unos segundo empapa todos los muebles, para luego recogerse y volver a empezar.
No tengo claro si con una visita a esta casa se me quitaría la fobia a las goteras, aunque no deja de ser una experiencia interesante para vivir en primera persona, sin sufrir un ataque de pánico tratando de proteger tus pertenencias más preciadas.
Vía | Fubiz
Más información | The Glue Society
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