Hay varias estructuras en el mundo de la construcción que me fascinan por como consiguen sustentarse gracias a una geometría adecuada. Los arcos, y sobre todo, las cúpulas son un claro ejemplo, y por ende, los iglúes. Si además es un iglú hecho con libros, pues ya ni te cuento.
La clave de su equilibrio es que consiguen transmitir las fuerzas del punto más alto a la base siempre por compresión, lo cual implica que, por no necesitar, no hace falta ni elementos de agarre, como el mortero. Aunque esto os lo explicaré otro día con más calma, que es Domingo y hay que descansar un poco.
Probablemente, esta escultura de libros, que el artista Miler Lagos expuso en la galería MagnanMetz de Nueva York, sí que emplee algún sistema de sujeción, porque los libros no tienen la forma prismática de las piezas que forman los iglúes, pero el resultado es igualmente bello, probablemente en parte por esta sensación de equilibrio inestable.
Os dejo con unas cuantas imágenes más de esté iglú hecho con libros. No he conseguido discernir que títulos se han empleado, pero imagino que en la base habrá obras más densas y pesadas, o alguna enciclopedia, mientras que en la parte alta novelas ligeras y tal vez algún cuadernillo Rubio. Comentan las malas lenguas que la estructura acabó cediendo por haber utilizado ejemplares de la trilogía de Crepúsculo.
Vía | Like Cool Más información | Miler Lagos En Decoesfera | Duerme como un esquimal en este hotel de iglús