Vivir bajo el mar siempre ha sido una de las fantasías a lo largo de la historia, desde clásicos como la Atlántida a otras más prosaicas como los Snörkels. En esa fantasía, y en deseo de crear un lugar de cobijo para la fauna y flora del golfo de México, se ha inspirado Jason Decaires Taylor para crear esta serie de arrecifes urbanos.
Se trata de estructuras de hormigón con forma de viviendas unifamiliares, que se dejan caer en el lecho marino y cuyas aperturas están pensadas para hacer de arrecife artificial. Así, en su interior pueden protegerse de sus depredadores todo tipo de pececillos y otras especies marinas.

Más allá de su función para mejorar la vida marina, a mi lo que me gusta son las sensaciones que genera, porque las casas están muy logradas, desde las proporciones generales hasta pequeños detalles como las contraventanas, las tejas o la chimenea, creando la sensación de que estamos viendo un pueblo engullido por el mar o por un embalse.
Un gran trabajo el del escultor británico, que parece haberle cogido el gusto a sumergir sus obras, pues estos arrecifes urbanos no son su única intervención en el fondo del mar. Si fuera un pececillo, me encantaría tener una de estas casas, a ser posible en primera línea de tierra.

Vía | DesignBoom Más información | Jason Decaires Taylor En Decoesfera | Un viejo iMac convertido en un acuario
Ver 2 comentarios
2 comentarios
parafinuca
Una manera más de jorobar un precioso arrecife, digan lo que digan.
guipozjim
Como obra artística singular...puede tener su gracia, desde luego a mi personalmente no me gusta. La creación y colocación de soportes artificiales para la facilitar la rápida proliferación de los arrecifes está cada vez mas en auge, pero yo creo, que salvo las excepciones de causa mayor: hundimientos de barcos, creación de barreras o islas artificiales, etc, la norma debería ser siempre imitar a la naturaleza para que es aspecto visual sea lo mas natural posible. Desde luego para nada lo que hacen estas "esculturas". A mi o me gustan y me parece una pena la poca importancia que se da a la conservación y recuperación del mar, que bien explotado podría ser una fuente de alimento y energía, así como un recursos turístico y de ocio, inmenso para la población humana.