Si sois mujeres, lo habréis sufrido seguro en el metro, en el autobús, en un banco o en una comida familiar. Estamos hablando del Manspreading, o lo que es lo mismo. El despatarre que muchos hombres practican al abrir las piernas al sentarse en el transporte público o durante una cena ocupando vuestro espacio vital.
El Manspreading es el término con el que se define oficialmente en el diccionario Collins esa práctica de muchos hombres a sentarse como si estuvieran solos en el metro. Las mujeres en cambio, tendéis a sentaros cerrando las piernas, ocupando únicamente el espacio que corresponde a sus asientos.
Para combatirlo con un toque de ironía, la estudiante británica Laila Laurel ha creado dos sillas con las que combatir el sexismo cotidiano y concienciar sobre esta incómoda práctica mediante el diseño.
Laila Laurel (que estudia diseño de la Universidad de Brighton), ha ganado el premio Belmond de Nuevos Diseñadores en Londres con estas sillas de madera antimanspreading. La primera de las sillas, diseñada pensando en los hombres, tiene una forma con un tope en los lados que obliga a sus usuarios a cerrar las piernas al sentarse.
La otra silla, diseñada para las mujeres, les impide cerrar las piernas como un gesto simbólico para emponderar a la mujer y permitirle recuperar el espacio y la presencia en el ámbito público.
Realmente, la diseñadora no ha creado estas sillas para que sean instaladas en espacios públicos. La verdadera finalidad de estas sillas conceptuales es, desde la ironía y el humor, abrir el debate sobre este problema y dar un toque de atención a una situación que cada día invade el espacio vital de decenas de miles de mujeres a lo largo y ancho del mundo, tal y como ha explicado la propia Laila.
Las sillas estarán expuestas en uno de los hoteles Belmond (el premio conseguido consta de 1.000 libras y un proyecto para diseñar un producto en colaboración con esta hotelera )
Más información | Laila Laurel
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