Las polillas, tanto las de la comida como las de los tejidos, entran en las casas buscando alimento. Una vez dentro, si no las eliminamos a tiempo se reproducen y se vuelven difíciles de expulsar.
Así que hoy os proponemos cinco acciones que nos pueden ayudar a evitarlas o deshacernos de ellas para siempre. Las de los tejidos son más difíciles de prevenir y eliminar que las de la comida, muchas veces anidan bajo las alfombras o en otros espacios en los que no es fácil detectarlas a tiempo. En cualquier caso lo más importante es la prevención.
Envasa la comida
Puede parecer muy obvio, pero es un primer paso fundamental. Cualquier paquete de comida abierto especialmente cereales, harinas o frutos secos puede ser la atracción perfecta para las polillas. Lo mejor es guardar todo en botes de cristal o recipientes de plástico bien cerrados para evitarles esa tentación.
Si no lo hemos hecho a tiempo y las polillas han entrado ya en nuestra despensa, tendremos que vaciar todo el armario de comida y tirar todos los paquetes de los que no tengamos la certeza de que están libres de polillas. Conviene también rociar todos los estantes y puertas con un insecticida anti polillas, dejarlo actuar durante unas horas y después limpiar y volver a guardar la comida en su interior.
Ventila y guarda tu ropa limpia
Si el tipo de polilla que queremos evitar es la de la ropa y los tejidos, en ese caso conviene ventilar con frecuencia los armarios. Hay que abrir armarios y ventanas y guardar dentro de los armarios solo ropa limpia, el olor de la ropa usada puede resultar atractivo para las polillas. Así que eso que hacemos ocasionalmente de poner ropa en una silla no es tan mala idea, solo hay que llevarla al armario después de lavarla.
Comprobar alfombras y otros textiles
Es fundamental y controlar periódicamente el revés de las alfombras, y otros tejidos que tienden a permanecer inmóviles. La alfombra, en particular su revés, no siempre se limpia con la frecuencia que nos gustaría y es ahí donde pueden aparecer polillas casi sin que nos demos cuenta, que después serán difíciles de eliminar.
Las trampas
Si la prevención no fuese suficiente, hay varios tipos de trampas y productos para acabar con estos dos tipos de polillas. Empezando por los repelentes, antiguamente se utilizaba naftalina, pero ya no se usa porque además de tener un olor demasiado intenso tampoco es buena para nuestra salud. Combinaciones de cítricos y especias como el clavo son siempre una buena opción a la hora de repeler cualquier tipo de insecto. También hay trampas más específicas comerciales para atraer y aniquilar las polillas en vez de repelerlas.
Insecticidas
Finalmente si nada de lo anterior ha funcionado tendremos que optar por insecticidas comerciales en spray o aerosol para fumigar las zonas en la que se encuentren y así acabar con ellas. Asegurándonos de seguir todos los pasos anteriores y de rociar bien todas las esquinas para evitar que cuestión de días vuelvan
Contra este tipo de mariposa fea e invasora el secreto está en prevenir y vigilar. Ventilar la casa, revisar alfombras y controlar los paquetes abiertos de comida es importante siempre, si finalmente eso falla aún nos quedarán recursos a los que acudir para las dichosas polillas.
Fotos | danielburchmore en Pixabay y A_Different_Perspective en Pixabay
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