El orden mental y el físico van de la mano, también en nuestro hogar. Una casa organizada nos ayudará a conseguir nuestras metas de orden y a vivir en armonía. Empezar con un ambiente libre de elementos que no son parte de nuestra rutina diaria, nos permitirá conservar nuestros objetos preciados en óptimas condiciones. De lo que tenemos guardado hay mucho que podemos tirar, donar, regalar...
En Dimensi-on, especialistas en arquitectura y diseño de interiores, han preparado una lista de cosas que todos guardamos y que para mejorar el orden en casa deberíamos deshacernos de ellas. Hacemos repaso de algunas de las que seguro que muchos de vosotros también tenéis...
- Tuppers sin tapa, amarillentos o muy usados que solo quitan espacio en tu mueble de cocina y ya no están en condiciones de ser utilizados.
- Todas las bolsas de plástico que guardas en la cocina o en otras habitaciones de la casa.
- Libros viejos que nunca leíste. Puedes donarlos si encuentras a quién... Aunque es cierto que cada vez es ya más difícil localizar a alguien que los quiera.
- Tickets o cupones caducados, los guardas porque crees que los vas a usar y al final se van acumulando en tu cartera y en ese cajón...
- Papeles de regalo usados. No está mal tener algún rollo de papel para alguna emergencia y es buena idea reciclar, pero tampoco tiene sentido acumular papel de segunda mano.
- Móviles y dispositivos electrónicos que ya no usas o están estropeados. Llévalos al punto limpio para que sean reciclados.
- Medicamentos caducados, consulta en tu farmacia cómo deshacerte de ellos.
- Revistas en papel que has acumulado durante años, da pena tirarlas porque los recuerdos, pero en realidad solo las miras cuando decides hacer limpieza.
- Agendas de otros años que no has tirado porque hay que destruirlas antes y da pereza, es hora de ponerse manos a la obra, el espacio que ganarás lo compensa.
- Zapatos y el montón de ropa que ya no usas o no te vale. Si han pasado ya varios años sin que te la pongas no la vas a volver a usar.
- Esmaltes o maquillaje seco. Fíjate en la apariencia de estos y en sus fechas de vencimiento. Te sorprenderás de la cantidad que has guardado por meses y que no sirven para nada.
- Calcetines sin pareja o desgastados, haz revisión en los cajones y elimina todos los que no estén en condiciones de ser usados.
- Bisutería sin color, rota o pasada de moda. Echa un vistazo a tu joyero, seguro que consigues ganarle espacio.
- Películas en formato VHS que ya no tienes ni donde reproducir. Lo único que guardan es polvo y quitan espacio.
- Pares de llaves antiguas que no sabes ni de qué puerta ni de qué casa (u oficina) son, ¡fuera con ellas!.
- Manuales de instrucciones obsoletos, seguro que si revisas los que tienes de algunos ya no conservas ni el electrodoméstico.
- Adornos navideños viejos que has ido acumulando a lo largo de los años y que sigues juntando porque cada año compras más.
- Tarjetas de presentación que has acumulado durante años, muchas de las cuales ya no recuerdas de dónde salieron.
- Toallas de baño ásperas o con mal color... Ojo que las toallas nuevas no son tampoco las más cómodas de usar, pero un término medio es lo ideal.
- Calendarios viejos que andan por ahí colgados.
- Material de oficina que nunca usas, si lo revisas verás que algunos de los post-it han perdido el color y algunos de los bolis están secos.
- Cables, enchufes y cargadores de móviles viejos que no tienes ya con qué usarlos.
- Juegos de mesa incompletos que han perdido su función porque les faltan piezas indispensables para el juego.
- Todo aquello que compraste por impulso o te regalaron y nunca usaste, pero sigues teniendo ocupando sitio en cualquier rincón.
- Ambientadores gastados que han quedado por inercia en el olvido.
- Pilas usadas. Llévalas al contenedor de pilas más cercano.
- Guías telefónicas que ya nadie usa y que, precisamente por eso, ya ni recuerdas que están en el mueble del salón ocupando sitio.
- Gafas de sol que no te pones porque son de un estilo que no va contigo, no son cómodas o no te quedan bien.
- Neceseres y monederos que guardas en el armario y nunca utilizas, simplemente porque tienes demasiados.
Y tú, ¿cuántas de esas 29 cosas tienes para dar y tirar?
Foto | Alex Russell-Saw, Nick Hillier
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