Pues parece que la corriente del Golfo ha traido hasta nuestros lares el temporal de viento, frío y lluvia que asoló los Estados Unidos la semana pasada. Aunque no vamos a llegar a los -65ºC de Minnesota, parece que si que vamos a estar en el salón de casa, ya sea con amigos o con la familia y para eso tenemos que tener un salón cálido y agradable. En mi próxima casa, voy a tener chimenea seguro, ya sea auténtica o de mentirijillas, pero creo que no hay nada más acogedor en un salón o cuarto de estar que una chimenea en invierno. Además debe ser luminoso. El invierno tiene poca luz y hay que aprovecharla al máximo. No sólo me refiero a la luz natural, las luces de ambiente son fundamentales en la decoración de un salón muy cálido.
Desde que conocí la tecnología LED soy muy fan (como dicen en twitter)y las luces de ambiente de Philips me encantan, sobre todo las que hacen las veces de las velas ( son más seguras para las casas con locos bajitos que insisten en cantar cumpleaños feliz y soplar, cada vez que ven una vela encendida).
Fundamental para un salón agradable el uso de unos tapizados amorosos. Ya llegará el momento de las fundas de lino o algodón frecas. El tiempo nos pide tapizados en terciopelo(como los que nos enseñaron en las colecciones de Gastón y Daniela, en colores hasta ahora impensables en tapicerías) o pana gruesa. El tweed y el tartán están muy de moda, pero recordad que sobre todo el tartan es muy marcado y podéis acabar locos. Como de costumbre yo me decanto por poner los excesos en almohadones. Podéis elegir estampados o lisos eso ya va en gustos.
Las alfombras son parte importante. No hay nada mejor que tumbarse en una alfombra a jugar con los enanos o con unos buenos almohadones frente a la chimenea, con un libro y una taza de té. La mesa de centro también debe estar cuidadosamente elegida. El tamaño debe adecuarse al espacio y tiene que separarse del sofá y las butacas un mínimo de 30 cm y un máximo de 60cm, para que sea cómodo dejar la taza o picotear.
Ya puestos, es importante no recargar demasiado el salón de muebles enormes o miles de mesas abarrotadas de bibelots (no encuentro una palabra mejor para describir todos esos adornos pequeños, que nos hacen perder un tiempo precioso limpiando el polvo y que son recurrentes en casas de los abuelos o bisabuelos). Mejor pocos adornos y bien escogidos que creen un ambiente armónico y no la sensación de estar en un bazar.
Una consola o mesa con fotos que personaliza y plantas o jarrones con flores y no querrás salir de casa. ¿Cómo describiríais un salón muy cálido?
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