Bueno, en realidad, no es una estantería en dos dimensiones; tiene tres, porque sino no sería un póster, pero de la misma forma que cuando alguien nos dice "mesa" nos imaginamos el objeto y no la palabra, nuestro cerebro no ve un conjunto de cajas romboidales, sino la compleja imagen bidimensional que representan. Vamos, un efecto óptico de los de toda la vida.
Tan ingeniosa idea es cosa del diseñador sueco Bjørn Jørund Blikstad, que ha sabido transformar un objeto tridimensional en bidimensional y a la vez aplicarle paradojas visuales al estilo de Escher con sus escaleras y tableros de ajedrez imposibles.
Además, todo eso a partir de un módulo idéntico; un cajón romboidal que cambia de orientación y color para producir esa sensación de que hay mil interpretaciones visuales posibles del mismo objeto.
Desde luego, una estantería muy original con la que sorprender a nuestras visitas --sobre todo si la colocamos de forma que se vea de frente por primera vez-- aunque igual tanto efecto óptico marea y luego no atinamos a coger lo que buscamos.
Vía | Yanko Design En Decoesfera | Chaos Theory, el orden un tanto desordenado
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