Seguimos conociendo algunas plantas que florecen cuando el calor se va. Y hoy, ponemos nuestro objetivo en las prímulas, una planta perenne que florece durante los meses fríos para dar luminosidad y alegría a nuestras zonas de exterior.
La abundante floración de esta planta comienza en otoño y se prolonga hasta bien entrada la primavera. Y puedes plantarla tanto en el jardín como en macetas o jardineras, o incluso tenerla en el interior.
Cómo cuidar la prímula
Esta especie es muy fácil de cuidar. Aún así, debes tener en cuenta que tras la primera floración, las siguientes floraciones serán mucho más débiles que la primera.
Para empezar con los cuidados, hay que señalar que las prímulas necesitan una ubicación luminosa (aunque evitando la luz directa del sol), y frescas. Debes tener en cuenta a esta especie no le gusta el calor, y aunque soporta muy bien el frío, las heladas pueden ser peligrosas para ellas. Si la tienes dentro de casa, deberás tener cuidado con las calefacciones demasiado fuertes.
Respecto al tema del riego, debes regar la prímula de forma abundante, dejando secar el sustrato entre riego y riego. En verano puedes regar cada dos o tres días, mientras que en invierno puedes regar una vez a la semana tranquilamente. En este punto, es importante evitar que la tierra se encharque, o mojar las flores, ya que podrían caerse.
Para que la planta se desarrolle bien, puedes utilizar un abono líquido para plantas con flor cada 15 días desde que comienza el otoño, y especialmente, cuando broten los capullos. Y si utilizas un abono rico en potasio, la floración será más espectacular.
Hazlo cada 15 días con un fertilizante líquido especial para plantas de flor a partir de otoño o cuando broten los capullos. Con un abono rico en potasio favorecerás la floración.
Fotografías | Oleksandr P para Pexels,
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