Los geranios son una de las plantas más populares de nuestro país gracias a su colorida floración y a su resistencia. Para alcanzar su máximo potencial y que luzcan esplendorosos en balcones, terrazas, patios y jardines, los geranios necesitan unos cuidados básicos en relación a la luz, el calor, el agua y los nutrientes.
Si cuidamos estos aspectos, tendremos una floración constante de primavera a otoño. Para garantizar esa floración espectacular, la poda es otra de esas tareas necesarias, según los expertos de Pelargonium for Europe.
Motivos para podar tu geranio
Para conseguir que nuestros geranios tengan una salud óptima y una gran floración hay que eliminar de forma regular las flores u hojas marchitas. Al hacerlo, ayudarás a mantener la estética de la planta y conseguirás prevenir el desarrollo de enfermedades (las flores y hojas marchitas pueden provocar el desarrollo de enfermedades fúngicas).
Además, la poda también impulsa el proceso de floración al estimular la generación de nuevas flores. En lugar de invertir su energía en la formación de semillas, el geranio pone toda su fuerza en producir nuevas flores, por lo que la poda turboalimentará al geranio para que florezca con más fuerza.
La importancia de eliminar las flores marchitas
Las flores del geranio crecen en racimos, conocidos como umbelas. Cada una de estas umbelas consta de un gran número de flores individuales que no suelen florecer a la vez. De hecho, muchos racimos tendrán flores marchitas, además de capullos que aún no han florecido.
En esos casos, podemos retirar sin miedo las flores que se han marchitado ya. Hay que destacar que para las variedades semidobles y dobles, este cuidado resulta aún más crucial que para los geranios de floración única.
Elegir el momento adecuado es fundamental
Como bien sabemos, elegir bien el momento de hacer la poda es clave para mantener la salud de la planta. En este sentido, los geranios son más propensos a una poda efectiva cuando los tallos están saturados de líquido, y eso sucede unas horas después del riego, o de momentos de lluvia fina, según explican los expertos de "Pelargonium for Europe".
En cambio, durante condiciones climáticas adversas, como lluvias continuas y vientos fuertes, las variedades con flores grandes, semidobles y dobles pueden tener problemas. En estos casos, lo mejor es proporcionarles una cobertura protectora, y en caso contrario, es importante retirar las flores y hojas mojadas y dañadas inmediatamente después de un período de mal tiempo.
Cómo retirar las flores y hojas marchitas
Para retirar esas flores y hojas marchitas no necesitaremos de tijeras muy afiladas, ya que se pueden arrancar de forma individual. En caso de que los racimos estén marchitos pero no totalmente secos, podemos desglosarlos uno por uno desde la base. Para eliminar la umbela en su totalidad, deberás seguir el tallo con dos dedos hasta dar con la base del brote y, luego, romper en dirección contraria al crecimiento.
Para las personas que quieran evitar podas regulares, las variedades autolimpiantes son la mejor opción. Estos geranios se desprenden de manera natural de las flores marchitas y suelen regenerar nuevas flores rápidamente. No obstante, se recomienda retirar manualmente las hojas marchitas.
Fotografías | Pelargonium for Europe
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