Lirio de la paz, la planta de interior barata que purifica el aire de tu casa y que te avisa cuando hay que regarla

El lirio de la paz, también conocido como espatifilo o Cuna de Moisés, es una de las plantas más populares de nuestros hogares. Motivos para que así lo sea, hay muchos. Esta planta de interior originaria de América Central y de Sudamérica y cuyo nombre científico es Spathiphyllum, es muy fácil de cuidar: apenas apenas necesita luz, y además, es una planta que purifica el aire, y también absorbe la humedad.

Esa resistencia permite que viva en zonas con poca luz como el baño de nuestras casas, o en oficinas, restaurantes y en espacios comunes de comunidades de vecinos. Tiene su origen en América Central y en Sudamérica, y aunque no está claro el motivo por el recibe el atractivo nombre de lirio de la paz, se cree que puede estar relacionado con la simbología del color blanco.

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La parte blanca que muchos confunden con la flor, realmente es una espata, una hoja mutada de color que protege y envuelven las auténticas flores. Cuando las flores se han secado, debes cortarlas para que la planta no siga aportando recursos.

Cómo cuidar el lirio de la paz

Aunque cuidar esta planta es súper fácil, por lo que es una especie ideal para principiantes en el mundo de las plantas, el lirio de la paz también requiere de unos cuidados específicos si quieres que siga dando alegría a tu casa.

Para empezar, es importante que sepas que es una planta que no necesita demasiada luz para sobrevivir. Es más, puede vivir en ambientes poco luminosos como baños o cocinas. De hecho, el sol directo no les gusta, ya que provoca quemaduras en sus delicadas hojas.

También debes saber que a esta planta tampoco le gusta las corrientes de aire. Aún así, sí que le gusta vivir en espacios ventilados. Por eso, deberás renovar el aire con regularidad.

A la hora de regar, es importante tener en cuenta que al lirio de paz no le gusta el exceso de agua. Si la encharcas, las raíces acabarán pudriéndose. Lo bueno es que esta planta de avisa cuando necesita agua, ya que cuando las hojas se ponen lacias, es que quiere que la riegues.

En verano, los riegos deben ser abundantes para que el sustrato siempre esté húmedo (que no encharcado). Si puedes regar un poquito cada día, mejor que mejor. En invierno, puedes regarla cada tres o cuatro días. Además, si la pulverizas de vez en cuando, mejor que mejor.

Respecto al sustrato, este debe estar compuesto por una tierra muy suelta, con arena y turba negra. Y debes abonar tu lirio de la paz cada 15 días desde comienzos de la primavera hasta el otoño. Además, deberás trasplantar tu lirio cada dos años, a la vez que renuevas el sustrato.

Imágenes | Max Williams para Unsplash | Fotografía de portada Lan Gao para Unsplash