Nos encanta decorar la casa con plantas de interior. No solo nos ayudan a conectar con la naturaleza y dar un toque de color. También nos relajan y ayudan a mejorar el ambiente de nuestro hogar, ya que muchas especies contribuyen a purificar el aire.
El problema es que en ocasiones, nuestras plantas pasan de estar espléndidas a pocharse. Las primeras señales de que algo no funciona bien es que las hojas comienzan a secarse. Y ahí es donde debemos prestar atención para tomar medidas y que ese problema no vaya a más.
Los motivos por los que las hojas suelen secarse
Normalmente, cuando las hojas de una planta comienzan a secarse suele deberse a la falta de cuidados, y a que no está en el lugar con las condiciones adecuadas para que se desarrollen correctamente. En este sentido, lo primero es informarse sobre los cuidados que necesita tu planta para ver si estás haciendo algo mal.
Para empezar, lo más probable es que tu planta tenga problemas relacionados con el agua. Por exceso, o por defecto. Lo más probable es que estés regando poco, y la planta está avisando de que necesita más agua. Pero ojo, porque si la estás regando demasiado, también puedes estar provocando que sus raíces se pudran y que las hojas te estén advirtiendo de que la planta tiene un problema.
El sol directo también puede ser un problema para muchas especies. Aunque las plantas necesitan luz para crecer y desarrollarse, lo cierto es que cada planta tiene unas características especiales. En unos casos, necesitan sol directo, en otras, sol a primera hora y al atardecer, otras necesitan zonas de sombra o semisombra... Las puntas secas de las hojas podría deberse a que tu planta está recibiendo demasiado sol y se están quemando, al igual que tú te quemas en la playa. En este caso, deberías cambiar tu planta de sitio de forma urgente.
Las corrientes de aire podría ser otro de los motivos por los que las hojas de tus plantas se están secando. Aunque mucha gente no lo sabe, o no le presta importancia, lo cierto es que muchas especies no soportan estar expuestas a las corrientes de aire. Si tu planta está entre esas especies, no dudes en cambiarla de ubicación para que pueda recuperarse.
Para acabar, si tu planta ha crecido demasiado y las raíces están demasiado juntas en la maceta, las puntas de las hojas de la planta también pueden avisarte. En este caso, investiga cuál es el mejor momento para trasplantar tu planta, y cámbiala a una maceta más grande para que las raíces no estén tan compactadas y tengan espacio para desarrollarse.
Fotografías | Pixelshots para Canva.com, Kara Eads en Unsplash
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