Los geranios son una de las plantas más populares de nuestro país. Su presencia es habitual en terrazas, balcones, alféizares y patios, gracias a su resistencia y a la dosis de color que aportan a cualquier zona de exterior.
Los geranios son fáciles de cultivar, soportan bien el calor, pueden vivir con frío... Pero en ocasiones, el aspecto de nuestros geranios se estropea y nos preocupa al cambiar sus hojas el verde por el amarillo.
Las causas por las que las hojas del geranio se vuelven amarillas
Cuando las hojas de un geranio pierden el color verde y se vuelven amarillas, no se trata solo de un tema estético, ya que en algunos casos podría estar en riesgo la floración e incluso la propia supervivencia de la planta. De hecho, el geranio está lanzando una señal de aviso de que algo no va bien, y en este sentido, hay que descubrir los motivos por los que se está produciendo ese cambio, para atajar el problema cuanto antes y que no sea demasiado tarde.
Falta de nutrientes
Si tu geranio tiene hojas amarillas, el motivo más normal es que a tu planta le falten nutrientes. Aunque es una planta poco exigente, el geranio sí que necesita nutrientes que le ayuden a crecer y a desarrollar sus flores de forma continua.
Para evitar que el suelo se empobrezca en exceso, deberás trasplantar el geranio cada dos años poniendo sustrato nuevo, con el fin de renovar las existencias de nitrógeno del suelo.
Cuidado con el riego
El riego, por exceso o por defecto, suele ser otro motivo por el que las hojas de los geranios se pueden volver amarillas. En ocasiones, muchas personas se pasan con la frecuencia y con la cantidad de riego. Y eso es un error, ya que los geranios no soportan bien el exceso de agua, y de hecho, sus raíces se pueden pudrir si se encharca el sustrato.
En este sentido, las hojas amarillas son una señal de que te estás pasando con el agua: se vuelven blandas, y se tornan amarillas. Si te estás pasando en el riego, deberás dejar que el sustrato se seque antes de volver a regar.
También puede ser que te estés quedando corto en los riegos al geranio. Las hojas del geranio también se volverán amarillas, aunque en este caso, el borde de las hojas se verá seco.
La mariposa del geranio, su gran enemigo
Si las hojas de tu geranio se han vuelto amarillas, hay que comprobar que la planta no se está enfrentando a su gran peligro: la presencia del taladro o mariposa del geranio. Acabar con esta plaga es más complicada de lo que parece, ya que la mariposa hace un pequeño hueco en los tallos, en cuyo interior pone los huevos de los que nacerán las larvas.
Cuando crezcan esas larvas, se comen la planta por dentro hasta que salen al exterior. La planta avisará de su presencia con las hojas amarillas, antes de que los tallos se vuelvan blandos y que la planta en su conjunto presente un aspecto enfermizo. Además de aplicar insecticidas específicos para este insecto (incluso antes de que lleguen las mariposas), es importante retirar todos los gusanos que veamos, y podar las partes afectadas para que la plaga no se extienda por toda la planta.
Hojas amarillas por frío
El geranio es una planta resistente y que tolera el frío. Pero aún así, por debajo de los 15 grados, la planta puede verse afectada pese a que se mantiene en estado vegetativo para soportar esas bajas temperaturas. Las heladas son otro cantar...
En este caso, las hojas se volverán amarillas, antes de tomar un color rojizo. Por eso, cuando sepas que va a helar, y si ves que las plantas comienzan a ponerse amarillas, es mejor protegerlas con un plástico o una manta térmica, y cubrir el sustrato con un mantillo para permitirle que guarde el calor del sustrato.
Fotografías | Pelargonium for Europa
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