Nos encanta la sansevieria, también conocida como lengua de suegra. Es una planta bonita y resistente que se caracteriza por tener unas hojas afiladas y acabadas en punta con un intenso color verde y unos filos amarillos.
La sansevieria es una planta bastante fácil de cuidar, debiendo especial atención a la iluminación y al riego. De hecho, esta especie es ideal para los novatos en jardinería que desean tener una planta en casa.
Dónde colocar la sansevieria en casa
Partiendo de la base de que la sansevieria es una planta muy resistente, sí que hay una serie de orientaciones que pueden ayudarnos a la hora de encontrar el lugar adecuado para colocarlo dentro de nuestra casa.
Para empezar, la sansevieria es una planta que necesita luz, aunque nunca el sol directo. Esto ya nos da una pista... si queremos que se desarrolle de forma correcta, deberemos tenerla en una estancia luminosa, asegurándonos de que el sol nunca le da en las horas centrales del día, ya que sus hojas podrían llegar a quemarse.
Si la tienes en un cuarto en el que no haya demasiado luz, tu sansevieria sobrevivirá sin problema; el único problema es que se ralentizará su desarrolló y crecerá más lento.
Junto a la luminosidad, es importante que la planta esté en una estancia que tenga buena ventilación, y en la que no tenga demasiado frío. Esta especie no soporta muy bien las bajas temperaturas, por lo que hay que alejarla de focos de frío, o de tenerla junto a ventanas abiertas en invierno.
Lo que es importante es colocarla en una zona con demasiada humedad como el baño. Si la pones en esta estancia, las hojas y las raíces de la lengua de suegra pueden pudrirse. Además, el Feng Shui afirma que el baño es uno de los espacios donde se producen fugas de energía, así lo positivo que puede aportar la planta a tu casa podría desaparecer.
Lo que dice el Feng Shui
Y ya que hablamos del Feng Shui, esta filosofía recomienda algunas localizaciones para situar esta planta en casa. Y entre todas, destaca la entrada a tu casa. Colocándola allí, bloquearás la entrada de malas energías, además de atraer la riqueza.
Donde no hay que colocarlas jamás es en la zona donde trabajes, ya que esta planta no favorece la concentración, además de bloquear la imaginación y provocar sensación de estancamiento.
Fotografías | Ala J Graczyk para Pexels, Anastasia Judt en Unsplash
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