Parece que tener flores en casa es un capricho reservado a los meses de primavera y verano. Y nada más lejos de la realidad. A mí me encanta tener flores todo durante todo el año, incluyendo el otoño y el invierno. En concreto, para esta época del año, me gusta tener en casa ciclámenes...
Una planta de la familia de las primuláceas que es originaria de la zona oriental del Mediterráneo y que me tiene enamorado por esas flores con grandes pétalos, ideales para dar luz y color en los días otoñales.
La floración del ciclamen comienza en otoño y puede prolongarse durante todo el invierno y parte de la primavera. Y con los cuidados adecuados, puede durar de cuatro a cinco años, con floraciones más abundantes en cada temporada.
Cómo cuidar los ciclámenes
Precisamente, para saber cómo debemos cuidar los ciclámenes para que crezcan saludables y estallen en flores en invierno, hemos hablado con dos profesionales, Marta Sánchez y Natalia Herrera, de Floristerías Gloxinia, para que nos cuenten todos los trucos que debemos poner en marcha para cuidar a estas plantas ideales para tener en casa durante los meses más fríos del año. ¡Toma nota!
El ciclamen necesita de unos cuidados específicos para crecer con fuerza, aunque no es una planta especialmente exigente. Por eso, esta planta es perfecta para aquellas personas que no tienen mucho tiempo ni demasiada mano en el mundo de la jardinería.
Según estas floristas madrileñas, para conseguir que el ciclamen florezca con fuerza hay que evitar regarla en exceso. Lo mejor es hacerlo una vez a la semana, cuando veas que el sustrato comienza a secarse, pero no está seco del todo. ¿El motivo? Al ciclamen no le gusta el exceso de agua, pero sí cierta humedad.
A ser posible, hay que regar por inmersión. Así, deberás introducir la maceta agujereada en un recipiente con agua durante 10 minutos aproximadamente para que la planta pueda absorber lo que necesite.
Después, deberás dejar que el agua drene lentamente en el plato, retirando a continuación el exceso de agua. Durante el proceso de riego, es muy importante no mojar ni sus hojas ni los pétalos de las flores para evitar enfermedades fúngicas. Para conservar la humedad sin perjudicar a la planta, puedes colocar la maceta sobre un plato con guijarros o marmolina blanca.
Además, es recomendable regar con agua templada (tampoco hay que pasarse de calor). Con esos grados de más, el ciclamen no vivirá un shock térmico que podría llevarle a tirar las flores.
A la hora de buscarle un lugar en casa, Natalia y Marta nos recomiendan que el ciclamen esté situado cerca de una ventana donde reciba luz indirecta, aunque debes evitar en todo momento que reciba luz del sol directa. Sobre todo, la luz del sol es muy perjudicial en las horas centrales del día, ya que podría quemar sus flores. Además, si recibe un exceso de sol durante la época de la floración , el ciclamen podría interpretar que estamos en verano y que no debe florecer.
Respecto a las temperaturas, Marta y Natalia explican que los ciclámenes prefieren temperaturas frescas. Por eso, durante el día deberíamos tenerlos a entre 10-15º, y un poco más frías pro las noches. En este sentido, es muy importante no colocar la planta cerca de radiadores o de la bomba de calor.
En verano, estas plantas no soportan el calor excesivo. La temperatura máxima que suelen soportar depende de la variedad, pero lo más recomendable es que no estén expuestas a temperaturas que pasen de los 25ºC. Para protegerlas y evitar que sufran estrés a causa del calor, es importante tenerlas en lugares frescos y a la sombra, e incluso tenerlas en habitaciones con aire acondicionado (evitando que el aire frío le dé de lleno).
Las floristas también advierten que hay que evitar que el ciclamen esté en medio de corrientes de aire. Por otro lado, recomienda echar a la planta con el riego un abono líquido rico en potasio o para plantas con flor una vez por semana. Y si ves que sus hojas se vuelven amarillentas, deberás aplicar un corrector para suplir la posible falta de hierro.
Para acabar, y dado que el ciclamen tiene un ciclo de floración muy largo, es conveniente eliminar con cuidado las flores que se vayan marchitando. Así la planta podrá concentrar su energía en las partes vivas, y no derrochar energía en los tallos y flores muertas.
Qué hacer con el ciclamen en primavera
Al acabar la temporada invernal, y con ella, la época de floración, verás como las hojas comienzan a ponerse amarillas. En ese momento, deberás colocar la planta en lugar fresco, seco y con sombra para que pueda descansar durante el verano. Desde el momento en el que las hojas amarillean, hay que reducir el riego al mínimo.
Tras el verano, el ciclamen volverá a crecer nuevamente en septiembre. Habría que trasplantar en ese momento la planta cada dos años, aumentando además la frecuencia de riego.
Fotografía | Floristería Gloxinia, Gildo Cancelli para Pexels, Alex ohan para Pexels
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