Los helechos son un clásico en muchos hogares. Son decorativos y permiten dar vida a cualquier rincón gracias a sus hojas en color verde brillante. En nuestras casas suele haber especies que provienen de zonas tropicales y subtropicales, como el nefrolepis (Nephrolepis exaltata), o el nido de ave (Asplenium nidus).
Pero todas comparten esa espectacularidad por su follaje y por su capacidad transformadora. Colgando de una esquina, o con un pie para elevarlos, estas plantas son un plus en cualquier estancia a la hora de decorar.
Cómo cuidar los helecho de interior
Dado su origen, al helecho no le gusta el sol directo, ya que sus rayos desecan sus hojas, además de producirle quemaduras. Por contra, si el helecho tiene poca luz, sobrevive, pero genera hojas muy largas y débiles. Así que lo mejor es que pongas tu helecho en una zona muy luminosa pero sin sol directo.
Junto a la luz, otro elemento clave para el helecho es tener siempre la tierra humedecida, aunque nunca encharcada. Si a tu helecho le falta agua, se marchitará rápidamente. Y si encharcas la maceta, aparecerán hongos que pudrirán las raíces y matarán a la planta.
Además de los riegos al sustrato, el helecho también necesita un alto grado de humedad ambiental. Por eso, sobre todo en ambientes secos es importante pulverizarlo frecuentemente con agua tibia. También puedes poner un humidificador, o una bandejita con agua sobre la que colocar el helecho.
En lo que respecta a la temperatura, lo mejor es que esté en torno a los 21º en primavera y verano. En época invernal, debería rondar los 16ºC. En este sentido, deberías alejarlo de radiadores y fuentes de calor si no quieres que tu helecho se reseque.
Fotografía | Unknown Wong en Unsplash, Victoria Strukovskaya en Unsplash
En Decoesfera | Los mejores trucos para que tu cactus de Navidad tenga una floración espectacular
En Decoesfera | Estas seis plantas de interior mejorarán tu estado de ánimo durante los días más grises
En Decoesfera | Las diez mejores plantas de interior para purificar el aire dentro de casa, según la NASA