Doñaluz es un seductor espacio lleno de magnetismo, ideal para desconectar del frenético ritmo de la ciudad. Inspirado en el color, la luz y la alegría de Cartagena de Indias, la azotea, situada en la última planta del Hotel B&B de la calle Montera, con privilegiadas vistas a la Puerta del Sol, es el lugar perfecto para hacer un parón a la hora del aperitivo, tomar una copa o cóctel en buena compañía o disfrutar de su cuidada carta, reflejo de los fogones del mundo, con especial hincapié en la cocina latina.
Este nuevo sky rooftop en Madrid, con cocina vista y una carta de lo más sugerente, aboga por la fusión de sabores haciendo un guiño a platos de América del Sur. Pensada compartir y con un marcado carácter finger food, contempla una gran selección de arepas como las de pollo estilo tinga poblana, guacamole, bacón crujiente y plátano o las de cochinillo con tomate y queso fresco.
Nada en doñaluz es fruto del azar sino que todo está orquestado para que la experiencia sea única, poder cerrar los ojos y sentir el influjo de un lugar pensado para el disfrute y la evasión. Cada detalle ha sido elegido con el máximo cuidado como sus mesas de madera elaboradas a mano, la cubertería Goa de Cutipol, la excelente vajilla de porcelana de Cookplay o sus servilletas sostenibles Duni, certificadas Ecoecho.
Los productos a la brasa son otro de sus grandes atractivos culinarios con platos como los Chorizos criollos a la brasa con chimichurri tropical o la Picanha de res a la brasa con piña braseada o el Chuletón de ternera a la brasa con pimientos del piquillo. Muy especiales son también los quesos, traídos de cualquier rincón del mundo, atendiendo a estación del año o temporada. También sus postres, elaborados de forma artesanal forman el tándem perfecto con los helados, creados por los valencianos de reconocido prestigio, Artesanos Soler.
Y como en todo buen comer que espera el postre como broche final, uno de los mayores atractivos de doñaluz se produce cuando acaba el día, al caer la tarde y la luz del sol de Madrid se tiñe de rojo brindando uno de los espectáculos más perseguidos y buscados: el atardecer. No importa que haga frío, esta rooftop está perfectamente aclimatada con 18 puntos de calefacción por infrarrojo, para soportar las bajas temperaturas, que ya están al caer.
Para hacer este momento más especial no podemos pasar por alto su frondosa vegetación y los jardines verticales diseñados con plantas traídas de Asia, Europa Meridional, África… doñaluz es, en todos los aspectos, un festival de sensaciones que no dejará indiferente a nadie.
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